Las tradiciones atesoran la memoria de una cultura. De ahí la necesidad de recrearlas y evocarlas para conocer a través de ellas las riquezas espirituales del pueblo. Resulta la forma más eficaz y coherente de salvar nuestra personalidad nacional ante la amenaza de disgregación por parte de una globalización empeñada en llevar al naufragio la identidad histórica del pueblo argentino, en procura de nuevas –y antiguas- servidumbres morales y materiales. Recordamos por eso al Día de la Tradición, instituido en homenaje al natalicio de José Hernández (10 de noviembre de 1834).
Canto Hernandiano (fragmento)
En este mundo moderno que no respeta la historia,
y mengua la justa gloria del criollo gaucho argentino,
sólo nos queda el camino de no perder la memoria.
Como dice el Martín Fierro el gaucho vive penando;
tan sólo de vez en cuando tiene el pobre una alegría,
por eso quiero este día honrar su gesta cantando.
Ni mandinga con su fuerzaha de lograr aplacarme,
yo habré de saber jugarme con mi razón más sentida.
¡Teniendo un soplo de vida no hay lazo que pueda atarme!
[...]
Nuestro glorioso pasado guarda muchas enseñanzas,
y yo tengo la esperanza de que en cada corazón reviva
la tradición hecha canto y añoranza.
Recuperemos la patria, defendamos nuestra esencia.
No destruyamos la herencia ni los honrosos blasones,
si mueren las tradiciones quedaremos sin querencia.
Antonio Cruz(poeta popular santiagueño, contemporáneo)
Extraído de:www.agendadereflexion.com.ar
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