viernes, 13 de noviembre de 2009

Aniversario de la muerte del "Chacho Peñaloza

A 146 años del asesinato del Caudillo

Rancho simbólico que representa la antigua casa de don Felipe Oros, donde El Chacho fue brutalmente asesinado.


En un nuevo aniversario del asesinato del caudillo que representó a la herida y explotada clase popular de su época, como fue Angel Vicente Peñaloza, causa que motivó su brutal asesinato el 12 de noviembre de 1863, El Independiente recorrió la localidad de Olta, para rescatar hoy su inolvidable figura, que se caracterizó, entre otras virtudes, por su defensa de la paz. El docente Eduardo Duthi habló sobre El Chacho en la escuela que lleva el nombre del caudillo muerto hace 146 años.

- El Independiente: ¿Por qué aún hoy sigue vigente la figura de El Chacho Peñaloza?

- Eduardo Duthi: El Chacho representó a la clase popular y dentro de ella, a los que estaban en peor situación, casualmente aquellos que nada tenían. El fue producto de la sociedad en la que vivió, en ese sistema que se instauró como modelo de país y que aún hoy mucho no ha cambiado. Y la prueba está en que, por ejemplo, el Bicentenario nos va a sorprender con un 40 por ciento de la población que tiene graves problemas para solventar sus necesidades básicas, y eso, la gente por más que no tenga mucho estudio, hace sobre ello una lectura muy rápida, y eso es lo que sigue prendiendo tanto la figura de este caudillo.

- EI: ¿En qué se diferencia de otros personajes de la historia?

- ED: Esos soldados, la mayoría era padres de familia a quienes no les quedaba otra, porque eran invadidos, abusados constantemente, no sólo les robaban su ganado y sus pertenencias, sino que violaban a sus mujeres e hijas, era una cosa espantosa.

Las mujeres tuvieron un rol protagónico enorme en todo esto, muchas eran las cuarteleras que los acompañaban cocinando, curando sus heridas o luchando, y las que quedaban en la casa en donde no había más que empuñar el arado, hacer tareas pesadas y solventar la crianza de sus hijos.

- EI: ¿Por qué fracasaban los intentos de paz propuestos por Peñaloza?

- ED: A Peñaloza se lo asocia con las montoneras y las luchas, pero era un hombre de paz básicamente, la prueba está en las numerosas cartas que quedaron, siempre proponiendo una salida pacífica y nunca fue oído, y esto era ya una cosa preestablecida, en su momento con Quiroga, fue Rivadavia el gran entregador y negociante del país, y con Peñaloza, fueron Mitre y Sarmiento.

Ellos defendían un modelo de país que quizá era su única alternativa, pero no consideraba a la gran masa de gente, ellos eran los grandes terratenientes que no pasaban de 12 en el país, especialmente de la Pampa Húmeda, y una potencia extranjera, que era el imperio británico, tenían en mente establecer corrientes de inmigrantes para que trabajen esas tierras. Inglaterra les impuso el modelo agroexportador, ellos nos vendían artículos elaborados con lo que se llevaban de acá y con valor agregado, incluso eso mataba la poca industria local que había acá. Lo mismo que pasó después con la economía neoliberal, esas eran las grandes luchas. Además tenemos que contemplar que en ese entonces, luego de la Guerra de la Independencia, el tráfico que había con Chile y el Alto Perú se interrumpe y quedamos a merced del puerto de Buenos Aires.
- EI: ¿Cuales fueron los orígenes de estas luchas federales?

ED: Después de la batalla de Pavón, de Urquiza contra Mitre, el segundo estaba en mucha desventaja, cuando uno de sus vigilantes le comunica que el ejército de Urquiza se volvía a Entre Ríos, nadie entendió porqué Urquiza abandona estando victorioso, y lo deja a Mitre como ganador de una batalla que nunca ganó. Regresa Mitre a Buenos Aires, donde era gobernador, y se erige como presidente en 1861, y al empezar a dar órdenes, muchos se opusieron. Al nacer estas rebeldías, Mitre contrató a una gran cantidad de militares uruguayos porque habían comprobado que los de acá se terminaban pasando al bando de El Chacho, cosa que a ellos los enfadaba. Así tuvo lugar una de las páginas más negras, tapada por la historia oficial, y principalmente en Los Llanos, los oprobios y lo que se ha hecho, ha sido un genocidio, no reconocido acá, pero que son material de estudio de universidades de EE.UU., que estudian estos fenómenos que ellos llaman “rebelión indígena popular”, y varios historiadores que hicieron trabajos para esas universidades, como Ariel de la Fuente un historiador de Bolívar, de Buenos Aires, que hizo un muy buen estudio sobre las luchas montoneras.
- EI: ¿Qué diferencia al Chacho de los otros caudillos riojanos?

- ED: Muchas cosas, principalmente que era uno más de la tropa, podía jugar a las cartas con sus soldados, pero llegado el momento, sus órdenes se respetaban a rajatabla. Fue una figura muy rescatable de nuestra historia, por ejemplo, en un momento en que era común la venganza, la degollina, el fusilamiento, él no lo tenía en la práctica. Cuando asesinan a su íntimo amigo sanjuanino, en Catamarca preso de una banda de asaltantes, cuando le comunican esto a Peñaloza, él se acerca inmediatamente al lugar para empezar a rastrearlos con sus hombres, los atrapan, los hace regresar al lugar donde estaban los cadáveres y los hace cargarlos, caminando, hasta una capilla distante a unos 50 km., les hace decir una misa y les ordena que caven las tumbas y los entierren. Les ordena que se arrodillen y recen, y una vez que terminaron, los deja libres, cuando lo más común, era el fusilamiento. No obstante, Peñaloza no pudo evitar algunos excesos de su gente, padres de familia o hermanos que se vengaban en secreto, para que no se entere El Chacho porque iban a tener problemas.
- EI: ¿El Chacho dedicó toda su vida a la defensa del federalismo ?

- ED: El entra en las milicias de Quiroga con 20 o 21 años, había participado, a los 18 años, en la Expedición Zelada y Dávila, con su tío Fulgencio Peñaloza, con Quiroga luchó en Tucumán, donde es herido gravemente, y es ascendido al grado de capitán, después del asesinato de Quiroga, que sirvió de excusa para levantarse contra Rosas, protagoniza con Tomás Brizuela un levantamiento, primero porque acusan a Rosas de autor intelectual y después por la política de Rosas que era supuestamente federal, pero todo el beneficio quedaba para Buenos Aires, no participaban el resto de las provincias. Ahí tiene que exiliarse a Chile, después intenta hacer una nueva rebelión contra Rosas, vuelve y se entrega a su amigo Benavìdez ,donde se compromete a no retomar las luchas federales, a cambio de que lo dejen vivir en Los Llanos, porque era muy arraigado a su región, no sabía vivir afuera. Benavídez cumple su palabra, y después es asesinado, pero siempre fueron luchas políticas, como él decía “no por gusto, sino porque la misma gente o las mismas circunstancias lo empujaban a participar”.

- EI: ¿Cuál fue el destino de su cuerpo?

- ED: Sobre su cuerpo, hay testimonios de la época, de una señora marquesa de Barrera, y de otro señor Aballay, de Loma Blanca, que afirman haber visto el sepulcro de Peñaloza en la plaza de Olta, donde antes era el cementerio, ellos dejaron testimonios parecidos en los que decían que ahí estaba sepultada la cabeza con el cuerpo traído de Loma Blanca, el sepulcro estaba demarcado con madera, como si fuese el marco de una puerta, donde tallado, estaba el nombre de `General Peñaloza`. Es muy posible que sea así, porque muchos historiadores entran en suposiciones varias, pero hay que tener en cuenta la descomposición, especialmente en noviembre, yo me inclino por pensar que está sepultado ahí.

- EI: ¿Considera que La Rioja ha reconocido la trascendencia histórica de Peñaloza?

- ED: Todavía estamos en deuda, hay una diferencia muy grande entre lo que se dice, se conoce o se siente por El Chacho acá en Los Llanos, en comparación con el oeste o con la misma capital. El asesinato de Peñaloza debiera ser un feriado provincial, porque fue una de las últimas rebeliones buscando otro modelo de país, ellos, a lo mejor sin saberlo, estaban luchando contra el modelo unitario de país. Creo que nos falta civilizarnos y establecer normas para que funcione el país, creo que en ese sentido, el accionar de Peñaloza debiera estar más difundido para conocer porqué luchó, mucha gente no sabe porqué se levantó en armas. Para el resto del país, era una ladrón de vacas, pero era la legítima defensa propia.

Por otro lado, entre los pobladores de Olta, hay gente que conoce muchos detalles sobre El Chacho, desde el árbol genealógico, que ha sido una familia grandísima. Aquí vivieron sus descendientes Esteban Peñaloza, de fisonomía muy similar, alto, cabellos claros, sin llegar a ser rubio, y de ojos azules, o Ursula Peñaloza, tia abuela del Chacho que era tambien familiar de don Gabino Coria Peñaloza.

EI: Por último, ¿qué lectura recomendaría para conocer más sobre la vida de Angel Vicente Peñaloza?

- ED: Recomendaría el libro de Dardo de la Vega Díaz, “Mitre y El Chacho”, es imperdible, porque la virtud de su autor, es que recupera la figura de Peñaloza con documentos y palabras contrarias, se basa en los archivos de Mitre y Sarmiento y en cómo ellos, a través de las mismas cartas, van desnudando su verdadera intención, esa penetración cultural que quedó después, en donde todos nosotros éramos los bandidos, los ladrones de vacas y ellos los grandes civilizadores. Como decía Hernández “¿qué clase de civilización es esa que se anuncia con el estruendo de las matanzas?”, era verdad, ellos venían y era una guerra de recursos, lo que no podían llevar, lo incendiaban o lo inutilizaban.

Los sacrificios y las lecciones de vida de Los Llanos, hoy tan pobre y tan golpeados por la sequía, llama la atención lo suficientemente como para ser analizada e incluida en estudios de otros países. La rebelión de Los Llanos como la de Emiliano Zapata, en México, son revoluciones que llaman la atención por el hecho del sacrifico del pueblo que luchó sin nada y sacrificando lo poco que tenía, se lanzaron a una guerra civil que es una cosa muy cruenta y de un final impredecible, lo más seguro es que iban a la muerte, y aún así lo seguían de forma fanática a Peñaloza, él no les ofrecía ni una concejalía, ni una diputación, y ellos lo seguían, dejando hasta sus propias familias.

La lucha de Los Llanos también es muy reconocida, porque no duró un año o dos, sino que se luchó medio siglo, desde que empieza Quiroga hasta que es asesinado Peñaloza y continúa Varela, pasaron 50 años y eso tiene el mérito por su propio peso.
Extraído de: El Independiente diario contacto digital. Jueves 12 de noviembre. La Rioja, República Argentina

1 comentario:

Ernesto Fidel Atencio dijo...

Realmente muy interesante.s