1954 -2013
Nacido el 28 de Julio de 1954 en Sabaneta, localidad de los llanos de Barinas y fallecido este martes en Caracas, fue el segundo de los seis hijos de Hugo de los Reyes Chávez y Elena Frías, ambos maestros de educación primaria.
Reconocido
por una singular personalidad capaz de captar los más diversos sentimientos
populares, recibió en su formación la influencia militar y al ingresar en una
escuela de ese tipo en 1971.
Tras cuatro
años de estudio, se graduó como subteniente y licenciado en Ciencias y Artes
Militares e inició una carrera en la entonces Fuerza Armada Nacional, en la que
alcanzó, en 1990, el grado de Teniente Coronel.
De manera
adicional, este proceso le facilitó el conocimiento de los más recónditos
sitios del país y la crítica situación en que sobrevivían millones de
venezolanos.
Seguidor del
pensamiento y la obra del Libertador, Simón Bolívar, Chávez realizó también
estudios de postgrado en Ciencias Políticas, que estructuraron y sistematizaron
sus tempranas inquietudes políticas y sociales.
Fueron
precisamente esas inquietudes el origen de la fundación en 1982, junto con
otros oficiales del cuerpo castrense, del Movimiento Bolivariano Revolucionario
200 (MBR200), en el entorno de una deteriorada situación sociopolítica en el
país, que condujo, en 1989, a la explosión popular conocida como El Caracazo.
La Venezuela
de los años 80 y 90 del pasado siglo se caracterizó por el agotamiento del
modelo neoliberal instruido por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y
entronizado por gobernantes venales y corruptos, que llenó el país de millones
de pobres a pesar de las inmensas riquezas generadas por la explotación
petrolera.
Es en ese
escenario en el que lidera, el 4 de febrero de 1992, una rebelión cívico-militar
contra el presidente de turno, Carlos Andrés Pérez, que terminó en un fracaso,
pero con el "por ahora" pronunciado por Chávez al asumir públicamente
la responsabilidad por esa acción, se convirtió en el punto de partida de un
proceso político que cambiaría al país.
Por esos
hechos, Chávez estuvo dos años en prisión, de donde salió fortalecido
ideológica y políticamente, y entonces fundó el Movimiento V República.
Tras su
liberación, comenzó un peregrinar social y político por todo el país, además de
sumar a sus filas a estudiantes, profesionales, pequeños y medianos
empresarios, campesinos, cultores, pescadores, mineros, indígenas, obreros,
mujeres, jóvenes, militares, dirigentes locales y a la casi totalidad de la
dirigencia de la izquierda venezolana.
Todo ello
bajo las banderas del rescate del pensamiento bolivariano y de la convocatoria
a una Asamblea Constituyente para refundar el Estado, recuperar la soberanía
popular y nacional, así como transformar la estructura de exclusión social de
las grandes mayorías.
De esa
forma, intervino en las elecciones presidenciales del 6 de diciembre de 1998,
apoyado por los partidos Comunista (PCV), Patria Para Todos (PPT) y otros que
mantenían entonces posiciones de izquierda.
En esos
comicios, Hugo Chávez fue electo por el 56,2 por ciento de los votos válidos y
se convirtió en el 47 presidente de Venezuela, apoyado por el voto popular con
el entonces segundo más alto porcentaje alcanzado por un candidato presidencial
en cuatro décadas.
Tras la toma
de posesión, el 2 de febrero de 1999, los acontecimientos se sucedieron con
inusitada rapidez.
Un referendo
constituyente, la elaboración de una nueva Carta Magna en sustitución de la de
1961 y su aprobación por el Parlamento el 15 de diciembre, marcaron el primer
año de gobierno y crearon las bases de un profundo proceso de reformas
políticas, económicas y sociales que continúa en la actualidad.
En virtud de
lo establecido por la nueva Constitución Bolivariana, fueron convocadas
elecciones generales para el año siguiente, a fin de ratificar a todos los
cargos de elección popular, incluyendo la Presidencia, y en esa cita Chávez fue
ratificado al obtener el 59,76 por ciento de los sufragios.
Sin embargo,
la batalla política era intensa, pues las medidas ejecutadas por el gobierno
para afianzar la soberanía y consolidar la independencia, entre ellas la Ley de
Hidrocarburos de 2001, dirigida a recuperar los recursos derivados del
petróleo, soliviantaron en su contra a los sectores más acomodados del país,
que contaron entonces -y ahora- con el respaldo de Estados Unidos.
El efímero
golpe de Estado de abril de 2002 y el paro petrolero de finales de 2003 y
principios de 2004, fueron los intentos más graves de la oligarquía venezolana,
asociada a intereses foráneos, de tratar de librarse de Chávez y de recuperar
el control del país, frustrados por la resistencia popular y de la mayor parte
de los militares.
Al mismo
tiempo, comenzaron a ejecutarse las misiones sociales, entre ellas, Barrio
Adentro, para la atención médica gratuita de la población de menos recursos, y
Mercal, surgida tras las carencias provocadas por el paro petrolero y dirigida
a proveer alimentos a bajos precios a los venezolanos.
Tras superar
el referendo revocatorio promovido por la oposición en 2004 y ser reelegido en
los comicios presidenciales del 3 de diciembre de 2006, Chávez emprendió el
período de gobierno 2007-2012 con un creciente apoyo de la mayor parte de la
población, que lo ve como el líder que les sacó de la sempiterna exclusión y
les cambió la vida. Los comicios del 7 de octubre del 2012 llevaron a la
reelección del mandatario para un nuevo periodo 2013-2019, con el respaldo del
55,07 por ciento de los electores al acumular ocho millones 191 mil 132 votos,
en un proceso donde la participación llegó al 80,4 por ciento.
La relación de Hugo Chávez con la Argentina se acrecentó notablemente a
partir de mayo de 2003, con la asunción de Néstor Kirchner como presidente de
la Nación, lo que lo convirtió en una figura vastamente popular y querida en el
país.
A lo largo de su gestión como presidente de Venezuela, Chávez alcanzó
infinidad de acuerdos de toda índole con la Argentina, y fue también
beneficiario de la propia obra de integración latinoamericana que ayudó a
construir cuando Kirchner, recién establecido como secretario general de la
UNASUR, intervino con éxito para evitar un choque diplomático entre Venezuela y
Colombia.
El 26 de mayo de 2003, cuando Kirchner llevaba un día a cargo del
gobierno argentino, Chávez -que había asistido a su asunción- se manifestó
"optimista" por la etapa política que se iniciaba en el país y
propuso la creación de un bloque sudamericano que, años más tarde, se iba a
consolidar en la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR).
La estrecha relación que el líder bolivariano entabló con el matrimonio
Kirchner creció año a año y trascendió el plano político institucional para
llegar al personal, a punto tal que Chávez fue el único presidente extranjero
que acompañó a nuestra presidenta, la Compañera Cristina Fernández hasta Río
Gallegos para trasladar los restos de nuestro Compañero Néstor Kirchner, en
octubre de 2010.
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