jueves, 26 de julio de 2012

La Rioja: Evita, 60 años como vigía de la revolución




Si algo hace de común denominador en un espectro tan amplio como lo es el peronismo, es el permanente objetivo de transformar la realidad, lo que no es poco en un movimiento con expresiones e intereses diversos, que nació pluralista pero con una fuerte y mayoritaria presencia obrera, lo que hizo natural la constante búsqueda de mejores condiciones de vida para todos los argentinos, que en su momento significó cambiar las reglas de juego en aras de mayor equidad, de más inclusión, de más y mejores oportunidades y posibilidades para todos en un país en el que muy pocos decidían y muchos menos eran los depositarios de la distribución de los recursos. 

Como una antorcha que avanzaba desde el fondo de la humillación y el sometimiento hacia la Patria económicamente libre, políticamente soberana y socialmente justa, surgió Evita a la vida nacional, dejando con todo su accionar social y político una impronta que marcó para siempre a la política argentina y que de a poco se traslada a otros países latinoamericanos. Tan fuerte, concreta, efectiva fue su corta presencia que a sesenta años de su desaparición física sigue viva en el alma del pueblo. 

Posiblemente nadie como ella hizo tanto por tantos en tan poco tiempo, ya que a los 33 años dejó de estar entre nosotros. Pero a partir de ahí fue la necesaria luz que guió cuanta pelea hubo en contra de tantas injusticias sociales generadas por las dictaduras y fue su nombre sin duda, la última palabra que pronunciaron los combatientes peronistas que caían resistiendo aquellas dictaduras, bregando por retornar a la democracia que posibilitara avanzar en los cambios que la sociedad necesitaba. Fue además el necesario sostén ideológico en la tortura y la esperanza de pulverizar muros y rejas de los miles y miles de presos políticos de los distintos gobiernos de facto en los que el peronismo era el principal objetivo de persecución y aniquilamiento. 

A 60 años de su partida, en los que siempre Evita estuvo marcando el rumbo, avizorando el horizonte, la “Organización Peronismo 26 de Julio” ratifica su compromiso con seguir trabajando en la construcción de una sociedad más justa, equitativa y solidaria que contenga a todos los sectores de la sociedad, derrotando a las corporaciones económicas que conspiraran en contra del bienestar de los pueblos y avanzar en los cambios estructurales que desde el gobierno nacional impulsa la presidenta Cristina Kirchner para concretar los objetivos de la inconclusa revolución peronista: una Argentina grande con su pueblo feliz.  

Enviado por el Compañero Chingolo desde La Rioja

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