Antecedente:
Mensaje al País del Presidente Juan Domingo Perón, en el Día de la Bandera,
20 de Junio de 1949.
“En el Día de la Bandera de la Patria, uno mi homenaje como hombre del pueblo a la enseña que, acaudillando a millones de argentinos, sintetiza y simboliza el augusto objetivo de todos los que luchamos por una Argentina grande, libre, soberana y justa.
En ella rendimos tributo de recuerdo y de gratitud a su creador, el general Manuel Belgrano que, con San Martín, representan los héroes máximos de la nacionalidad y las glorias más puras de la Patria.
En los comienzos de mi presidencia, después de más de un siglo de olvido di cumplimiento a los deseos de Belgrano de destinar la recompensa en dinero que le acordara al prócer el Gobierno, invirtiendo los fondos necesarios para construir una escuela, como él lo dispusiera, en la ciudad de Tarija.
Interpretando sus ideas y sentimientos que lo impulsaron a destinar sus bienes y recompensas para construir escuelas en la rudimentaria comunidad argentina de su tiempo, deseo anunciar que desde hoy quedan suprimidos los actuales aranceles universitarios en forma tal que la enseñanza sea absolutamente gratuita y al alcance de todos los jóvenes argentinos que anhelan instruirse para el bien del país. Para honrar a los héroes nada mejor que imitarlos.”
Apuntes del Bicentenario
Con motivo de los triunfos obtenidos en el Combate de las Piedras el 3 de Septiembre de 1812, la batalla de Tucumán el 24 de Septiembre de 1812 y la batalla de Salta del 20 de Febrero de 1813, la Asamblea General Constituyente premia al entonces General en Jefe del Ejército Auxiliar del Perú y Capitán General de las Provincias del Perú, Manuel Belgrano, a lo que el Benemérito Fundador de la Patria Sudamericana respondió por carta del 31 de Marzo de 1813.
EPISTOLARIO BELGRANIANO XCVII p.210
Donación para creación de Escuelas
Contestación a la Asamblea General Constituyente de 1813
“Excelentísimo Señor:
El honor con que V.E. me favorece al comunicarme los decretos de la Soberana Asamblea Nacional Constituyente en que se sirve condecorarme con un sable de guarnición de oro y lleve en la hoja grabada la siguiente inscripción: “La Asamblea Constituyente al benemérito General Belgrano”, y premiar mis servicios, pero con especialidad el que acabo de hacer en la gloriosa acción del 20 del pasado en Salta, con la donación en toda propiedad de cuarenta mil pesos señalados en valor de fincas pertenecientes al Estado, me empeña sobremanera a mayores esfuerzos y sacrificios por la libertad de la Patria. Pero cuando considero que estos servicios, en tanto deben merecer el aprecio de la Nación, en cuanto sean efectos de una virtud y fruto de mis cortos conocimientos dedicados al desempeño de mis deberes, y que ni la virtud ni los talentos tienen precio, ni pueden compensar con dinero sin degradarlos; cuando considero que nada ha más despreciable para el hombre de bien, para el verdadero patriota que merece la confianza de sus conciudadanos en el manejo de los negocios públicos que el dinero o las riquezas, que éstas son un escollo de la virtud que no llega a despreciarlas, y que adjudicarlas en premio, no solo son capaces de excitar la avaricia de los demás, haciendo que general objeto de sus acci0nes subroguen el bienestar particular al interés público, sino que también parecen dirigidas a lisonjear una pasión seguramente abominable en el agraciado, no puedo dejar de representar a V.E. que sin que se entienda que miro en menos la honrosa consideración que por mis cortos servicios se ha dignado a dispensarme la Asamblea, cuyos soberanos decretos respeto y venero, he creído propio de mi honor y de los deseos que me inflaman por la prosperidad de mi Patria, destinar los expresados cuarenta mil pesos para la dotación de cuatro escuelas públicas de primeras letras en que se enseñe a leer y escribir, la aritmética, la doctrina cristiana y los primeros rudimentos de los derechos y obligaciones del hombre en sociedad hacia ésta y el gobierno que la rige, en cuatro ciudades, a saber: Tarija, ésta, Tucumán y Santiago del Estero (que carecen de un establecimiento tan esencial e interesante a la Religión y al Estado, y aún de arbitrios para realizarlo) bajo el reglamento que pasaré a V.E. y pienso dirigir a los respectivos cabildos con el correspondiente aviso de esta determinación, reservándome el aumentarlo, corregirlo o reformarlo siempre que lo tenga por conveniente. Espero sea de la aprobación de V.E. un pensamiento que creo de primera utilidad, y que no lleva otro objeto, que corresponder a los honores y gracias con que me distingue la Patria.
Dios, guarde a V.E. muchos años.”
Ml. BELGRANO
Jujuy, 31 de marzo de 1813.
Referido a la Gratuidad Universitaria, creo interesante transcribir algunos párrafos de la conferencia que diera, para conmemorar el Día de la Gratuidad Universitaria, Ana Jaramillo, Rectora de la Universidad de Lanús:
“Muchos universitarios se enteraron de que la gratuidad de la enseñanza universitaria no era una conquista de la reforma universitaria de 1918 ni un don de la naturaleza. Muchos estudiantes se reunieron para discutir la política universitaria, que va más allá de la autonomía o la gratuidad. Muchas reuniones se realizaron para comprender que la universidad es gratuita para los que cursan los estudios, pero no para el pueblo argentino -esa gran mayoría que nunca accederá a los estudios universitarios-, que la sustenta con su esfuerzo... También se comenzó a discutir, una vez más, el tema de la autonomía, que muchos confunden con soberanía. Se volvió a hacer la pregunta sobre autonomía de quién y para qué. Tal vez, hay que invertir la pregunta y las demandas. Si estudiar gratis es un privilegio que paga toda la sociedad, ¿qué debemos hacer los universitarios por el pueblo que nos lo otorga? ¿Por qué algunos piensan que es sólo un derecho de los universitarios y que al pueblo no se le debe nada? ¿No tenemos la obligación de corresponderle?”
También agrego parte de una página de internet, por consideraciones referidas a la Ley que instituyó el 22 de Noviembre como “Día de la Gratuidad Universitaria”
“La Fundación Democracia adhiere a la celebración de la conquista de este derecho, que vino a dar respuesta a la necesidad de los hijos de los sectores más postergados de la sociedad de poder acceder sin impedimentos, fundamentalmente de índole clasista, a los niveles superiores de la educación, basando el alcance de sus metas vocacionales en sus capacidades intelectuales y en la contracción al estudio.
En esta fecha, tan importante en la historia de nuestra Nación, se reafirma el principio de la educación pública como un bien social y no como un bien transable, para que la universidad y la educación superior en su conjunto estén al servicio del cumplimiento de metas de crecimiento económico con justicia social.
Hace sesenta años el entonces Presidente de la Nación, General Juan Domingo Perón, sancionó el Decreto N° 29.337/49 que estableció la gratuidad de la enseñanza universitaria, gracias a lo cual millones de argentinos ingresaron a la Enseñanza Superior sin pagar aranceles.
El Presidente Perón consideró en dicha normativa “Que el engrandecimiento y auténtico crecimiento de un pueblo estriba en gran parte en el grado de cultura que alcanza cada uno de los miembros que lo componen”.
Inspirado en el espíritu del Decreto N° 29.337/49, en noviembre de 2006 el Diputado de la Nación Alberto Cantero Gutierrez presentó ante la Cámara de Diputados un proyecto de ley por el cual se establece como “DIA DE LA GRATUIDAD DE LA ENSEÑANZA UNIVERSITARIA” el 22 de noviembre de cada año, fecha en que Perón firmó y promulgó el Decreto mencionado.
Acompañaron la iniciativa de Cantero Gutierrez los Diputados de la Nación Graciela Zulema Rosso, Agustín Oscar Rossi, Patricia Susana Fadel, Griselda Noemí Herrera y Amanda Susana Genem.
Los firmantes fundamentan el proyecto de ley en los históricos contenidos de la norma 29.337, que en su parte resolutiva suspendió, con anterioridad al 20 de junio de 1949, el cobro de los aranceles universitarios vigentes hasta ese momento.
Remarcaron, además, “que los libros de historia y tratados sobre el desarrollo y la problemática universitaria argentina no han recogido este antecedente, sea por olvido, por razones ideológicas o políticas”.
A partir de dicha fecha –recuerdan- las Universidades Nacionales suprimieron un arancel,“…lo que posibilitó que millones de argentinos hijos de trabajadores, pudieran acceder a la cultura, a la educación superior y a la formación profesional universitaria”, lo que permitió que “…no quedaran inteligencias perdidas por exclusión económica, dando las bases para el ascenso social como fruto digno del esfuerzo, del estudio y del trabajo a toda la población argentina, especialmente a los más humildes”.
Asimismo, fundamentaron que la medida es una de las Políticas de Estado de mayor importancia social, cultural científica y económica del País, “…junto a otras que posibilitaron la creación de empleo, riqueza y su justa distribución…” a la vez que puntualizaron que el Decreto 29.337/49 “…ha sido olvidado, como lo han sido muchos otros hitos históricos que marcaron una clara vocación de colocar al Estado en el rumbo de asumir su misión social, de crear y redistribuir la riqueza material y espiritual de la Nación para todo el pueblo argentino”.
“…el camino que marcó ese Decreto el 22 de noviembre de 1949, a pesar de los golpes de Estado y de las dictaduras sangrientas que asolaron a nuestro país y denostaron a los hacedores de la Patria, no pudo ser revertido durante los cincuenta y siete años que han pasado desde su promulgación” y pusieron énfasis los autores en la parte medular del mencionado Decreto:
“…LA GRATUIDAD DE LA ENSEÑANZA UNIVERSITARIA PUBLICA SIGUE SIENDO HOY UNA REALIDAD, PATRIMONIO DE TODA LA SOCIEDAD ARGENTINA…”.
EL 22 DE NOVIEMBRE DE 2007 EL CONGRESO DE LA NACIÓN ARGENTINA SANCIONÓ LA LEY N° 26.320, MEDIANTE LA CUAL SE ESTABLECE A ESA FECHA COMO EL “DIA DE LA GRATUIDAD DE LA ENSEÑANZA UNIVERSITARIA”
También, es justo recordar que años antes, la Diputada de la Provincia de Buenos Silvia Vázquez, presentó un proyecto de Ley con el mismo objetivo (entiendo no habría sido aprobado).
El Senado y Cámara de Diputados
de la Provincia de Buenos Aires
sancionan con fuerza de
Ley
Artículo 1º: Establécese el “Día de la Gratuidad en la Enseñanza Universitaria”, el cual se conmemorará cada 22 de noviembre en todos los establecimientos educativos de la Provincia de Buenos Aires, sean éstos de gestión pública o privada.
Artículo 2: Comuníquese al Poder Ejecutivo.
FUNDAMENTOS
Si observamos la historia universal del Siglo XX, esto que hoy resulta de una lógica inobjetable para cualquier gobierno que se diga consustanciado con el progreso de la humanidad, no siempre ha sido así en todos los países. Es más, hay países en los que, aun hoy, el acceso a la enseñanza superior sólo es posible para los que cuentan con recursos económicos propios suficientes.
La historia de las universidades argentinas ha sido de vanguardia en muchos aspectos; uno de ellos lo constituyó la reforma de 1918 en cuanto a la cuestión de la autonomía; pero si bien esa reforma transformó de manera endógena el funcionamiento de la universidad, la posibilidad de aumentar la población estudiantil, eliminando la barrera del costo económico del estudio, siguió más en el plano de la aspiración que el de la concreción.
El 20 de junio de 1949, en ocasión de conmemorarse el fallecimiento del Doctor y General Manuel Belgrano, y por consiguiente, la celebración del Día de la Bandera, el Presidente de la Nación de aquel entonces pronunció las siguientes palabras:
“En los comienzos de mi presidencia después de mas de un siglo de olvido di cumplimiento a los deseos de Belgrano de designar recompensa en dinero que le acordara el prócer al gobierno, invirtiendo los fondos necesarios para construir una escuela, como él lo dispusiera, en la ciudad de Tarija.
Interpretando sus ideas y sentimientos, que lo impulsaran a destinar sus bienes y recompensas para construir escuelas en la rudimentaria comunidad Argentina de su tiempo, deseo anunciar que desde hoy quedan suprimidos los actuales aranceles universitarios, en forma tal que la enseñanza sea absolutamente gratuita y al alcance de todos los jóvenes Argentinos que anhelan instruirse para el bien del país. Para honrar a los héroes nada mejor que imitarlos”.
La promesa formulada aquel 20 de junio se materializó mediante el dictado del Decreto Nº 29.337, el cual fue rubricado por el Presidente de la Nación, Tte. Gral. Juan Domingo Perón, el día 22 de noviembre de 1949. Cabe recordar que el beneficio de la gratuidad de los estudios universitarios se estableció con alcance retroactivo al 20 de junio de 1949.
El impacto de la norma dictada por Perón se evidenció en el inmediato aumento de la matrícula estudiantil. Ángel Márquez, en su obra o (1946 - 1955)”, (Centro s. 1984), ponía en cifras dicho crecimiento citando: “Según una estadística del "Departamento de Estadística Educativa", citada por Silvia Vázquez, la matrícula universitaria pasó de 40.284 alumnos en 1945 a 138.871 en 1955 (cabe aclarar que este crecimiento sostenido se continuó en la próxima década ya que en 1965 concurrían 206.032 alumnos a las universidades, según la misma fuente). Similares índice de crecimiento se observan tanto en lo que hace al presupuesto de las Universidades Nacionales como en la cantidad de profesores”.
Así planteada la cuestión, es de toda justicia que dicha fecha se recuerde como un hito de la educación superior argentina. En virtud de ello, el presente proyecto propone que se establezca el “Día de la Gratuidad en la Enseñanza Universitaria”, el cual se conmemorará cada 22 de noviembre en todos los establecimientos educativos de la Provincia de Buenos Aires, sean éstos de gestión pública o privada.
Por todo lo expuesto, pido se acompañe este proyecto de ley con el voto afirmativo de los integrantes de la Honorable Legislatura.”