martes, 30 de marzo de 2010

Fútbol Infantil – Amalia

Los compañeros de la JP Amalia están realizando actividades para
promover las prácticas deportivas en el barrio de villa Amalia,
entre ellas el futbol 5 para los niños del barrio.
La actividad se realiza todos los días martes a las 18hs,
en estos momentos están participando 18 compañeritos de ente 9 y 12 años
del barrio que se dirigen al club para compartir una tarde a puro futbol.



Encuentro Nacional de JP 26 de Julio – Embalse Río Tercero– Febrero de 2010 (3ºparte)

Entre los días jueves 25 y viernes 26, estaban planificadas actividades
de prensa y propaganda y el taller de percusión

Entre las tareas de prensa y propaganda la consigna fue elaborar estandartes
del “comandante Cacho”, brazaletes, estampados en serigrafía y
confección de banderas de JP por cada una de las regionales

El taller de percusión estuvo conducido por el compañero responsable nacional
de esta actividad, en el mismo participaron compañeros de JP de cada una
de las regionales con sus propios instrumentos

Como es habitual en cada una de las actividades de la 26,
no faltaron nuestras banderas, consignas y percusión

domingo, 28 de marzo de 2010

Prólogo a la Nación Latinoamericana

Por Norberto Galasso - En el aniversario del nacimiento de Manuel Ugarte [27 de febrero de 1875]

MANUEL BALDOMERO UGARTE pertenece a la sacrificada “generación argentina del 900″, es decir, a ese núcleo de intelectuales nacidos entre 1874 y 1882 que conformaban al despuntar el siglo, una brillantísima “juventud dorada”. Sus integrantes eran Leopoldo Lugones, José Ingenieros, Ricardo Rojas, Macedonio Fernández, Alfredo L. Palacios, Alberto Ghiraldo, Manuel Gálvez y el propio Ugarte.

Habían nacido y crecido en ese tan curioso período de transición que cubre el último cuarto de siglo en la Argentina, cuando la vieja provincia latinoamericana parece hundirse para siempre, con sus gauchos y sus caudillos, sus costumbres austeras y su antiguo aroma español, sus sueños heroicos y su fraternidad latinoamericana. En su reemplazo, esos años ven brotar una Argentina cosmopolita, con aires europeizados, cuyo rostro sólo mira al Atlántico, ajena al destino del resto de las provincias hermanas, con una clase dominante derrochadora, de jacqué y galera de felpa, que soslaya el frío de los inviernos marchándose a disfrutar el verano parisino y un aparato cultural que difunde al día las últimas novedades de la cultura europea. Influenciados por esas dos Argentinas, la que parecía morir irremisiblemente y la que reclamaba el futuro con pretenciosa arrogancia, estos poetas, escritores, ensayistas, sufrieron en carne propia el drama del país y sus promisorias inteligencias, en vez de desarrollarse al cobijo de un clima favorable, se desgarraron tironeadas por dos mundos contradictorios. La tarea intelectual no fue entonces fructífera labor creativa, ni menos simple divertimento como en otros núcleos de pensadores, sino un penoso calvario frente al cual sólo cabía hincar la rodilla en tierra abandonando la cruz, trampear a los demás y a sí mismos con maniobras oportunistas o recorrerlo hasta el final costare lo que costare.

Hasta ellos llegaba la tradición democrática y hasta jacobina de un Manuel Dorrego o un Mariano Moreno y también la pueblada tumultuosa de la montonera mientras frente a ellos se alzaban las nuevas ideologías que recorrían Europa atizando el fuego de la Revolución: el socialismo, el anarquismo.

A su vez, detrás, en el pasado inmediato, percibían una nación en germen, una patria caliente que se estaba amasando en las guerras civiles y delante, sólo veían la sombra de los símbolos porque la Patria Grande había sido despedazada y las patrias chicas encadenadas colonialmente a las grandes potencias. La cuestión nacional y la cuestión social se enredaban en una compleja ecuación con que la Historia parecía complacerse en desafiarlos.

Ricardo Rojas clamará entonces por una “Restauración nacionalista”, reivindicará “La Argentinidad” y buscando un vínculo de cohesión latinoamericana se desplazará al callejón sin salida del indigenismo en Eurindia. Una y otra vez las fuerzas dominantes de esa Argentina “granero del mundo” cerrarán el paso a sus ideas y una y otra vez se verá forzado a claudicar, elogiando a Sarmiento -él que de joven se vanagloriaba de su origen federal-, otorgándole sólo contenido moral a la gesta de San Martín -él, en cuyo “país de la selva” estaban vivos aún los ecos de la gran campaña libertadora- para terminar sus días en los bastiones reaccionarios enfrentando al pueblo jubiloso del 17 de Octubre.

Leopoldo Lugones también indagará desesperadamente la suerte de su patria pero, con igual fuerza, intentará enraizar en estas tierras ese socialismo que conmueve a la Europa de la segunda mitad del siglo XIX.

Su militancia juvenil en el Partido Socialista va dirigida a lograr ese entronque: una patria cuya transformación no puede tener otro destino que el socialismo, una ideología socialista cuya única posibilidad de fructificar reside en impregnarse profundamente de las especificidades nacionales. La frustración de esa experiencia lo llevará al liberalismo reaccionario y luego al fascismo (de propagandista del presidente Quintana, liberal pro inglés, a redactor de los discursos del presidente Uriburu, corporativista admirador de los Estados Unidos).

¡Singularmente trágica fue la suerte del pobre Lugones! Fascista y anticlerical, enemigo de la inmigración pero partidario del desarrollo industrial, su suicidio resultó la confesión de que había fracasado en la búsqueda de su “Grande Argentina”. También él, como Ricardo Rojas, desfiló en la vereda antipopular pero, al igual que a éste lo rescatan parcialmente sus mejores libros, a Lugones lo protege del juicio lapidario de la izquierda infantil una obra literaria nacional, la reivindicación del “Martín Fierro”. El libro de los paisajes, los Romances y esa dramática desesperación por encontrar una patria que le habían escamoteado.

También Alberto Ghiraldo -amigo íntimo de Ugarte desde la adolescencia- intentó asumir las nuevas ideas del siglo sin dejar, por eso, de nutrir su literatura en la sangre y la carne de su propio pueblo. Anarquista desde joven, cultivó también los cuentos criollos y en sus obras de teatro reflejó la realidad nacional. También él, como Ugarte, denostó al monstruo devorador de pequeños países en Yanquilandia bárbara, pero las fuerzas a combatir eran tantas y tan poderosas que, en plena edad madura, optó por el exilio. Desde España o desde Chile, Ghiraldo era ya apenas una sombra de aquel joven que tantas esperanzas hacía brotar en el novecientos. Y el poeta que hizo vibrar a una generación con Triunfos nuevos, el implacable crítico de Carne doliente y La tiranía del frac murió solo, pobre y olvidado.

Macedonio Fernández y Manuel Gálvez también compartieron las mismas inquietudes. Después de una juvenil experiencia anárquica, Macedonio se retrajo y si bien no cesó de reivindicar lo nacional en su largo discurrir de décadas en hoteles y pensiones para el reducido grupo de discípulos, el humorismo se convirtió en su coraza contra esa sociedad hostil donde prevalecían los abogados de compañías inglesas y los estancieros entregadores. Su admiración por el obispo Berkeley, en el camino del solipsismo, constituye una respuesta, como el suicidio de Lugones, al orden semicolonial que aherrojó su pensamiento. Gálvez, por su parte, optó por recluirse y crear en silencio. Abandonado el socialismo de su juventud, se aproximó a la Iglesia Católica y encontró en ella el respaldo suficiente para no sucumbir. Se convirtió en uno de sus “Hombres en soledad” y en ese ambiente intelectual árido donde sólo valían los que traducían a Proust o analizaban a Joyce desde todos los costados, Gálvez pudo dar prueba de la posibilidad de una literatura nacional. Si bien mediatizado por la atmósfera cultural en que debía respirar, si bien cayendo a menudo en posiciones aristocratizantes, logró dejar varias novelas y biografías realmente importantes.

También Alfredo Lorenzo Palacios -como Ricardo Rojas- era de extracción federal. Su padre, Aurelio Palacios, había militado en el Partido Blanco uruguayo y era, pues, un hijo de la patria vieja, aquellas de los gauchos levantados en ambas orillas del Plata contra las burguesías comerciales de Montevideo y Buenos Aires tan proclives siempre a abrazarse con los comerciantes ingleses. También Palacios -como Lugones, como Gálvez, como Macedonio, como Ghiraldo- percibió desde joven la atracción de las banderas rojas a cuyo derredor debía nuclearse el proletariado para alcanzar su liberación. No es casualidad por ello que ingresase al Partido Socialista y que allí discutiese en favor de la patria, ni que fuera expulsado por su “nacionalismo criollo”, ni que fundase luego un Partido Socialista “Argentino”, ni que más tarde se convirtiese en el orientador de la Unión Latinoamericana. ¿Cómo no iba a saber el hijo de Aurelio Palacios -antimitrista, amigo de José Hernández y opositor a la Triple Alianza- que la América Latina era una sola patria? ¿Cómo no iba a saber Palacios que el socialismo debía tomar en consideración la cuestión nacional en los “pueblos desamparados” como el nuestro? Sin embargo, aquel joven socialista de ostentoso chaleco rojo de principios de siglo se transformó con el correr de los años en personaje respetado y aun querido por los grandes popes de la semicolonia, su nombre alternó demasiado con los apellidos permitidos en los grandes matutinos y finalmente, aquel que había iniciado la marcha tras una patria y un ideal socialista, coronó su “carrera” política con el cargo de embajador de uno de los gobiernos más antinacionales y antipopulares que tuvo la Argentina (1956).

Distinta era la extracción de José Ingenieros quien, incluso, no nació en la Argentina sino en Palermo, Italia. Sin embargo, intuyó siempre, aunque de una manera confusa y a veces cayendo en gruesos errores, como el del imperialismo argentino en Sudamérica, que la reivindicación nacional era uno de los problemas claves en nuestra lucha política. El socialismo, a su vez, le venía desde la cuna pues su padre, Salvador Ingenieros, había sido uno de los dirigentes de la I Internacional. Desengañado del socialismo en 1902, Ingenieros abandonó la arena política y se sumergió de lleno en los congresos psiquiátricos, en las salas de hospital, en sus libros. Pero pocos años antes de su temprana muerte entregó sus mejores esfuerzos a la Unión Latinoamericana, a la defensa de la Revolución Mexicana, al asesoramiento al caudillo de Yucatán, Felipe Carrillo Puerto, a quien aconsejaba adoptar un “socialismo nacional” y al elogio de la Revolución Rusa en un teatro de Buenos Aires. Es decir, socialismo y latinoamericanismo. Tampoco Ingenieros vio colmados sus anhelos juveniles, ni los argentinos recibieron todo lo que su inteligencia podía dar. Aquí también las fuerzas predominantes en la superestructura ideológica, montadas sobre el final del siglo y cuya consolidación se expresó simbólicamente en 1904 en la llegada al poder de un abogado de una empresa británica, cortaron el vuelo del pensamiento de Ingenieros, lo embretaron en disciplinas menos peligrosas que la sociología y la política y lo silenciaron resueltamente en su último intento por gritar su verdad, en ese su canto del cisne cuando reivindicaba al unísono la bandera de la Unión Latinoamericana y del Socialismo Revolucionario.

Si se observa con detenimiento, todos estos representantes de la generación del 900, a pesar de las enormes presiones, los silencios y los acorralamientos, han logrado hacerse conocer en la Argentina y en América Latina desde hace años. De un modo u otro, esterilizándolos o deformándolos, tomando sus aspectos más baladíes o resaltando sus obras menos valiosas, han sido incorporados a los libros de enseñanza, los suplementos literarios, las antologías, las bibliotecas públicas, las sociedades de escritores, las aburridas conferencias de los sábados, los anaqueles de cualquier biblioteca con pretensiones. Sólo Manuel Ugarte ha corrido un destino diverso: un silencio total ha rodeado su vida y su obra durante décadas convirtiéndolo en un verdadero “madito”, en alguien absolutamente desconocido para el argentino medianamente culto que ambula por los pasillos de las Facultades. No es casualidad, por supuesto. La causa reside en que, de aquel brillante núcleo intelectual, sólo Ugarte consiguió dar respuesta al enigma con que los desafiaba la historia y fue luego leal a esa verdad hasta su muerte. Sólo él recogió la influencia, nacional-latinoamericana que venía del pasado inmediato y la ensambló con las nuevas ideas socialistas que llegaban de Europa, articulando los dos problemas políticos centrales de la semicolonia Argentina y de toda la América Latina: cuestión social y cuestión nacional. No lo hizo de una manera total, tampoco con una consecuencia nítida, pero a través de toda su vida se continúa, como un hilo de oro, la presencia viva de esos dos planteos, la fusión de las dos banderas: la reconstrucción de la nación latinoamericana y la liberación social de sus masas trabajadoras. De ahí la singular actualidad del pensamiento de Ugarte y por ende su condena por parte de los grandes poderes defensores del viejo orden. De ahí la utilidad de rescatar su pensamiento creador y analizar detenidamente las formulaciones de este solitario socialista en un país semicolonial -del Tercer Mundo, diríamos hoy- enfrentado ya al problema de la cuestión nacional cuando aún Lenin no ha escrito El imperialismo, etapa superior del capitalismo, ni Trotski ha dado a conocer su teoría de “la revolución permanente”.

En la época en que transcurre la infancia de Manuel Ugarte aún resuenan en la Argentina los ecos de la heroica gesta libertadora y unificadora que encabezaron San Martín y Bolívar, medio siglo atrás.

La lucha común de las ex colonias contra el absolutismo español, cruzándose sus caudillos de una provincia a otra en medio de la batalla, se encuentra aún fresca en las conversaciones de los mayores a cuyo lado se modela el carácter y el pensamiento de la criatura. Más reciente aún, apenas una década atrás, está vivo el recuerdo de Felipe Varela, desde la cordillera de los Andes, convocando a la Unión Americana o la similar proclama insurreccional del entrerriano Ricardo López Jordán exaltando “la indisoluble y santa confraternidad americana”. Asimismo -como para certificar que no sólo los caudillos se consideraban latinoamericanos- ahí no más en el tiempo, Juan B. Alberdi había levantado su voz contra la guerra de la Triple Alianza, juzgándola “guerra civil” y había tomado partido por la causa de los blancos uruguayos, el pueblo paraguayo y los federales argentinos contra la entente de las burguesías portuarias del Plata y el Imperio del Brasil. Además, los hombres del 80, con los cuales dialogará el Ugarte adolescente, son consecuentes con la vieja tradición sanmartiniana: Carlos Guido y Spano, otro defensor del Paraguay destrozado, Eduardo Wilde, cuyo escepticismo no le impide sostener con entusiasmo que hay “que hacer de Sudamérica una sola nación”, José Hernández que designa habitualmente a la Argentina como “esta sección americana” e incluso el propio presidente Julio A. Roca quien, por esa época, da uno de los pocos ejemplos de latinoamericanismo oficial al rechazar las presiones belicistas contra Chile, intercambiar visitas con el presidente del Brasil y lanzar la Doctrina Drago para el conflicto venezolano. Es verdad que también resulta poderosa la influencia antilatinoamericana preconizada por los distintos órganos de difusión de la clase dominante, en especial, la escuela, la historia de Mitre con su odio a Bolívar y los grandes matutinos. Pero el joven Ugarte madura su pensamiento bajo la influencia de esa cultura nacional en germen que asoma ya en el Martín Fierro de José Hernández o en La excursión a los indios ranqueles de su conocido Lucio V. Mansilla, en la vertiente del nacionalismo democrático que tuvo sus exponentes en Moreno, Dorrego, Alberdi y los caudillos federales, especialmente los del noroeste como El Chacho y Varela. Su avidez por aprender, su sed de libros nuevos, de ideas distintas, es satisfecha gradualmente sin romper por eso los lazos con esa Argentina en gestación que recién cuando él ha cumplido cinco años -en 1880- logra realmente su unificación al federalizarse Buenos Aires y convertirse en Capital. Por eso, cuando el joven poeta de 19 años, busca una bandera para su Revista Literaria la encuentra en una convocatoria al acercamiento de todos los jóvenes escritores de América Latina. Su primer paso en la literatura se convierte, pues, en su primera experiencia latinoamericana. José E. Rodó, en el mismo camino, le dirá entonces: “Grabemos como lema de nuestra divisa literaria esta síntesis de nuestra propaganda y nuestra fe: Por la unidad intelectual y moral hispanoamericana”.

Al tiempo que esa experiencia de la Revista Literaria lo acerca al resto de América Latina -colaboran desde Ricardo Palma hasta Rufino Blanco Fombona y desde José Santos Chocano hasta José E. Rodó- lo aleja de la influencia singularmente cosmopolita que va ganando a la mayoría de los jóvenes escritores argentinos. El fracaso de su Revista -resistida por el ambiente de Buenos Aires- resulta, desde el punto de vista latinoamericano, un verdadero triunfo. Y cuando poco después -huyendo de Buenos Aires “porque me faltaba oxígeno”- se instala en Europa, su conciencia latinoamericana se profundiza. “Desde París, ¿cómo hablar de una literatura hondureña o de una literatura costarricense?” pregunta. La lejanía lo acerca entonces y aquella realidad tan enorme que era difícil de divisar de cerca, resulta clara a los ojos, tomando distancia. La vieja broma de que un francés considera a Río de Janeiro capital de la Argentina, adquiere en cierto sentido veracidad porque desde París, las fronteras artificiales se disuelven, las divisiones políticas se esfuman y la Patria Grande va apareciendo como una unidad indiscutible desde Tierra del Fuego hasta el Río Grande. “Urgía interpretar por encima de las divergencias lugareñas, en una síntesis aplicable a todos, la nueva emoción. La distancia borraba las líneas secundarias, destacando lo esencial”.

Cuanto más lejos de la Patria Chica más cerca de la Patria Grande. Quizá entonces analiza cuidadosamente esas influencias recibidas en su niñez y en su adolescencia, confusas y empalidecidas a veces, que su pensamiento no había logrado asimilar como verdades propias y que ahora vienen a reafirmarle su nueva convicción. Si Latinoamérica no es una sola patria, ¿qué significa ese oriental Artigas ejerciendo enorme influencia sobre varias provincias argentinas y teniendo por lugartenientes al entrerriano Ramírez y al santafesino López? Y junto a ellos, ¿qué papel desempeña ese chileno Carrera? ¿Qué sentido tiene entonces la gesta de San Martín al frente de un ejército que ha cortado vínculos de obediencia con el gobierno argentino, llevando como objetivo la independencia del Perú con ayuda chilena? ¿Quién es, pues, ese venezolano Bolívar, que se propone liberar a Cuba, que proyecta derrocar al emperador del Brasil y que lucha además por dar libertad a Ecuador y Perú, al frente de otro ejército latinoamericano en el cual militan soldados y oficiales argentinos? ¿Son acaso traidores a la Argentina José Hernández, Guido y Spano, Juan B. Alberdi, Olegario Andrade, y tantos otros que toman partido por el Paraguay en la Guerra de la Triple Alianza? E incluso, ¿traicionan a la patria, esos pueblos enteros de nuestro noroeste que festejan la derrota argentina de Curupaytí en esa misma guerra?

Sus estudios de sociología e historia le otorgan ya las armas para preguntarse qué es una nación y para plantearse la gran disyuntiva: ¿Cada uno de los pequeños países latinoamericanos puede erigirse en una nación o la nación es la Patria Grande fragmentada a la que hay que reconstruir como tarea esencial? En esos años de fin de siglo el interrogante es formulado una y otra vez y la respuesta va resultando cada vez más satisfactoria, cada vez más sólida, abundante en argumentos ya irrefutables. El mismo idioma, la comunidad de territorio, un mismo origen colonizador, héroes comunes, viejos vínculos económicos ahora debilitados pero que pueden restablecerse, fundamentan su convicción de que la América Latina es una sola patria, convicción que ya no abandonará hasta su muerte. Por eso sostiene en 1901: “A todos éstos países no los separa ningún antagonismo fundamental. Nuestro territorio fraccionado presenta, a pesar de todo, más unidad que muchas naciones de Europa. Entre las dos repúblicas más opuestas de la América Latina hay menos diferencia y menos hostilidad que entre dos provincias de España o dos estados de Austria.

Nuestras divisiones son puramente políticas y por tanto convencionales. Los antagonismos, si los hay, datan apenas de algunos años y más que entre los pueblos son entre los gobiernos. De modo que no habría obstáculos serios para la fraternidad y coordinación de países que marchan por el mismo camino hacia el mismo ideal…

Otras comarcas más opuestas y separadas por el tiempo y las costumbres se han reunido en bloques poderosos y durables. Bastaría recordar como se consumó hace pocos años la unidad de Alemania y de Italia”. Poco tiempo después insiste en otro artículo: “La primera medida de defensa sería el establecimiento de comunicaciones entre los diferentes países de la América Latina. Actualmente los grandes diarios nos dan, día a día, detalles a menudo insignificantes de lo que pasa en París, Londres o Viena y nos dejan, casi siempre, ignorar las evoluciones del espíritu en Quito, Bogotá o Méjico. Entre una noticia sobre la salud del emperador de Austria y otra sobre la renovación del ministerio en Ecuador, nuestro interés real reside naturalmente en la última. Estamos al cabo de la política europea, pero ignoramos el nombre del presidente de Guatemala”… Y este reproche lanzado en 1901 conserva todavía vigencia en 1976, no obstante los pasos que se han dado para consolidar una conciencia latinoamericana.

Ugarte retoma sí el ideal unificador que inspiró a Bolívar la reunión del Congreso de Panamá en 1824, granjeándose desde entonces la furiosa antipatía de los mitristas de Buenos Aires, discípulos del localista Rivadavia que torpedeó aquel Congreso. Mientras los argentinos de la nueva generación abandonan las últimas inquietudes latinoamericanas -sólo Palacios, Ingenieros y algunos pocos mantendrán de uno u otro modo la vieja bandera- Ugarte recuesta su pensamiento y sus esfuerzos en el trabajo paralelo de otros hombres de la Patria Grande que ansían continuar la lucha del libertador: las enseñanzas de Martí, las arengas de Vargas Vila, incluso el mismo Darío que militó en el partido unionista de Nicaragua y muy especialmente, un gran amigo de Ugarte y defensor a ultranza de Bolívar: Rufino Blanco Fombona.

En 1903 ya revela en germen su proyecto de construir una entidad dirigida a estrechar vínculos latinoamericanos en pro de la reconstrucción de la Patria Grande: “Después de lo que vemos y leemos, será difícil que queden todavía gentes pacientes que hablen de la Federación de los Estados Sudamericanos, del ensueño de Bolívar, como de una fantasía revolucionaria. La iniciativa popular puede adelantarse en muchos casos a las autoridades. Nada seria más hermoso que crear bajo el nombre de Liga de la Solidaridad Hispanoamericana o Sociedad Bolívar una vasta agrupación de americanos conscientes que difundiesen la luz de su propaganda por las quince repúblicas. Esa poderosa Liga tendría por objeto debilitar lo que nos separa, robustecer lo que nos une y trabajar sin tregua por el acercamiento de nuestros países. ¿Es imposible acaso realizar ese proyecto?” Once años más tarde constituirá en Buenos Aires la Asociación Latinoamericana que “realizará una intensa actividad durante tres años en favor de la unión de nuestros países. Y al promediar la década del veinte será también presidente honorario de la segunda entidad fundada en Buenos Aires con el mismo propósito: la Unión Latinoamericana.

Extraído de: http://www.agendadereflexion.com.ar/2010/02/27/604-prologo-a-la-nacion-latinoamericana/

viernes, 26 de marzo de 2010

UB. Malvinas Argentinas: Por la Mujer y la Memoria

Días atrás, las compañeras del Área de Economía Social que desarrolla la UB Malvinas Argentinas junto con las emprendedoras realizaron una jornada de memoria y festejos por el “Día Internacional de la Mujer”.
En la misma se charlo y se debatió lo que ocurrio en esa fecha y la participación de la mujer en la política y en la sociedad.

miércoles, 24 de marzo de 2010

24 de Marzo: Dia Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia (III)


Compañeros de la JP de Tucumán realizaron una pegatina en Villa Alem en conmemoración del Dia Nacional de la Memoria, la Verdad y la Justicia





¡¡¡No nos han vencido!!!

24 de Marzo: Dia Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia (II)

La Rioja, República Argentina.
Miércoles 24 de Marzo de 2010

La Voz de la Gente

"Dia de la Memoria"

Al cumplirse un aniversario más del mayor atropello a las Instituciones y al pueblo argentino, el Peronismo 26 de Julio suma su voz a las generalizadas expresiones de repudio que a lo largo y ancho del país se levantan, a la vez que recuerda con profundo cariño y respeto militante a las miles de compañeras y compañeros que sufrieron persecuciones, cárceles, torturas, cesantías e innumerables ilegalidades, a los que hoy no están junto a nosotros porque cayeron en la resistencia al régimen opresor y sobre todo, a quienes ostentan el terrible status de "desaparecidos" , un término que desgraciadamente en nuestro país significa impunidad.

Desde nuestra identidad peronista, reivindicamos los esfuerzos de esos miles de compañeros que con su resistencia lograron aportar al retorno de la democracia. Por ello también expresamos nuestro compromiso y convicción democrática tal cual Perón y Evita la concibieron, de que el gobierno debe hacer lo que el pueblo quiere y necesita.

Esperamos que este "Día de la Memoria" sea de profunda reflexión y a partir de ella, todos los sectores activos del país renovemos las convicciones y colaboremos a construir esa Patria Grande con un pueblo feliz por el que históricamente bregó el pueblo argentino y que, en un marco de Verdad y Justicia encontremos los caminos de realización colectiva que necesita nuestra sociedad, principalmente los sectores todavía menos favorecidos.

PERONISMO 26 DE JULIO (MESA PROVINCIAL LA RIOJA).

24 de Marzo: Dia Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia

A 34 años de este hecho los Peronistas consecuentes con Las Tres Banderas Históricas queremos rendirle homenaje a todos los compañeros caídos en esa lucha y queremos recordarlos íntegramente, en su identidad política y en el proyecto de una sociedad mejor por el cual dieron su vida.
Porque no recordar la identidad y la causa por la cual lucharon y cayeron nuestros compañeros, es también una forma de olvido y desaparición.

martes, 23 de marzo de 2010

Convocatoria: Dia Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia


Compañeros y Compañeras convocamos al acto que tendrá lugar en el Salon Blanco de Casa de Gobierno, el dia 25 de Marzo a las 20, en donde realizará un Cine Debate con la proyección del documental “Un Pueblo Nuevo”, de la Directora Barbara Tarcic y una mesa panel compuesta por Representates Madres Plaza de Mayo, Organizaciones de Derechos Humanos y el Secretario de Derechos Humanos de la Provincia.

lunes, 22 de marzo de 2010

UB. EL CRUCE: Jornadas de Trabajo


Las compañeras y compañeros de la UB. EL CRUCE, estuvieron acondicionado el local de la básica: limpieza de techos , traslado e instalación de ventiladores y pintura fueron algunas de las tareas cumplidas.

miércoles, 17 de marzo de 2010

IMPUESTO AL CHEQUE

Ada Maza suma su respaldo al oficialismo

La senadora nacional Justicialista por La Rioja, Ada Maza, anunció ayer que votará en contra de cualquier proyecto que pretenda aumentar el porcentaje de coparticipación del impuesto al cheque.
"No podemos desfinanciar a la Nación", argumentó la Senadora.
En declaraciones formuladas a radio La Red, Maza aseguró que el debate en torno al impuesto al cheque se trata "de un tema político" y "no de que venga más plata a la Provincia".
En ese sentido, precisó que había intentado comunicarse con el gobernador Luis Beder Herrera para conocer su posición sobre el tema, pero éste ha guardado silencio al respecto.
Al ser consultada sobre la prórroga de la Promoción Industrial dijo: "Nosotros tenemos la palabra de la Presidenta de la Nación que dijo que ningún trabajador riojano va a perder su puesto".
A ello, agregó que buscarán crear un instrumento para impulsar la industria, cuestión que ya conversó con Débora Giorgi.
El Gobernador también dijo en varias oportunidades que tiene la palabra de Fernández de Kirchner sobre la prórroga de la promoción.

Extraído de: Diario Nueva Rioja
La Rioja, Argentina. Miércoles 17 de Marzo de 2010
Política / Economía

martes, 16 de marzo de 2010

Encuentro Nacional de Juventud del Peronismo 26 de Julio

Entre los días martes 23 y miércoles 24, los compañeros de JP comenzaron las actividades de formación, en el marco del Encuentro Nacional de Juventud, llevado a cabo del 22 al 26 de Febrero en Embalse Rio Tercero, Córdoba.


Desde muy temprano, los compañeros trabajaron por una lado, en forma de plenario y luego con debates en subcomisiones y comisiones





Al final de cada jornada, los responsables de las comisiones
expusieron las conclusiones de los talleres


Luego los responsables de las diferentes comisiones de actividades recreativas,
integraron a los compañeros de las diferentes regionales



Futbol, folclore, truco, ajedrez, guitarreada, entre otras, fueron las principales
actividades recreativas que se organizaron para integrar a todos los compañeros.

lunes, 15 de marzo de 2010

El lado oscuro de la deuda

Por: Walter Graziano

Desde hace un par de meses, todos los días, después de leer los diarios hago lo mismo: pellizcarme para salir de dudas acerca de si lo que leí es cierto, o si estoy soñando. Resulta que el Gobierno, de origen peronista, popular y de tendencia centroizquierdista, se ve en la obligación, por imperio de las circunstancias, de dedicar el 90% de sus energías al pago de la deuda externa, tema que se ha convertido en el eje central de la vida del país, para lo que se llega a apelar incluso hasta a terminología ligada al sentimiento nacional profundo que puedan albergar las masas. Es así como términos tales como «patriotismo» y «Bicentenario» se usan todas las semanas en relación con el giro de divisas al exterior para pagar deudas...

Si se observa lo que hay del otro lado del mostrador, el lugar para el asombro es indudablemente aún mayor: se puede observar a la flor y nata del liberalismo vernáculo más rancio, en el que se aglutinan, entre otros, dirigentes ligados a los círculos más elitistas de los sectores rurales, medios de comunicación centenarios de indudable tendencia librecambista, políticos de inocultable tendencia derechista, ex funcionarios de elitistas bancos extranjeros devenidos en políticos supuestamente preocupados por el bienestar del pueblo, columnistas políticos de inocultables estrechas relaciones con los sectores más recalcitrantes de los EE.UU., pensadores económicos partidarios del más acérrimo «laissez-faire» -aquel que propone que ni siquiera haya una moneda nacional, sino que cada banco emita la suya y el público elija- y hasta ex altos funcionarios que en los noventa aplicaron la convertibilidad, todos, pero todos, todos, mancomunados defendiendo el no pago de la deuda externa con reservas. Como si se pudiera pagar la deuda con «billetes del estanciero», o directamente, haciendo un corte de manga simbólico, no pagarla si no hay superávit fiscal. ¿Que diría un acreedor del país si se le hubiera dicho, al momento de comprar un bono argentino, que ese bono no se pagaría con las reservas? A no dudarlo, la deuda externa se pagó siempre con las reservas. Y cuando no se pagó fue porque... ¡no alcanzaban las reservas! Aun en los momentos de enorme y suculento superávit fiscal, la deuda externa se pagó... ¡con las reservas!

Y es muy fácil entenderlo dado que el superávit o el déficit fiscal es en pesos, mientras que la deuda externa hay que pagarla en dólares, por lo que de una u otra manera el Banco Central le otorga al Tesoro las reservas necesarias para pagar. De otra manera, los saltos abruptos para arriba y para abajo que experimentaría la cotización del dólar serían el tema diario de todos los argentinos. ¿Se imagina el lector lo que implicaría que un buen día, con superávit fiscal o sin él el Tesoro saliera a comprar unos quinientos millones de dólares para pagar un bono? Es por eso que siempre se pagó, se paga, y se pagará ... con las reservas.

¿Canibalismo?

Ahora bien, si esto es así, ¿cómo puede ser que se haya armado tamaño lío por este tema que nunca debería haber dejado de ser una cuestión meramente técnica? ¿Sólo por «canibalismo político»? Puede ser que una buena parte de la comedia de enredos que diariamente vivimos con las reservas provenga del típico chicaneo político que suele imperar en la Argentina. Pero en este caso particular, parece haber algo más atrás. Y parece tratarse de algo que si se ventilara lo suficiente probablemente disuadiría a muchos de quienes hoy se oponen al pago de la deuda con las reservas a dejar de lado su actitud. Ocurre que atado al tema del pago de la deuda está -y no por casualidad- el tema del canje del remanente de la deuda, o sea, el paso que falta para normalizar del todo las relaciones económicas y financieras con el resto del mundo. El Gobierno desea que el canje de títulos de deuda se efectúe de manera ventajosa para el país, o sea que quienes tienen títulos de deuda impagos de la Argentina los canjeen por títulos nuevos con una quita nunca menor del 65% que recibieron los bonos que se canjearon en 2005. Por lo contrario, quienes fogonean la idea de cuidar las reservas a cualquier costo, lo que quieren es que 2010 y 2011 pasen lo más rápido posible, que el canje naufrague o no se haga, que el Banco Central acumule más y más reservas, sea mediante la compra de los excedentes de las exportaciones sobre las importaciones o sea impidiendo cualquier giro al Tesoro para que éste pague su deuda.

Así dadas las cosas, en 2012, estos acreedores hoy disfrazados de opositores comunes, y utilizando a una vasta mayoría de los genuinos opositores que hacen el lamentable papel de «idiotas útiles» a esta maniobra, podrían presionar a cualquier nuevo Gobierno para que solucione de manera definitiva el tema de la deuda de una manera mucho más ventajosa para los acreedores, o sea con una quita de deuda muy inferior al 65%, o incluso nula, dado que si las reservas siguieran batiendo récords tendrían el argumento de que el país contaría con los dólares suficientes para honrar sus compromisos sin ningún tipo de quita. Algunos acreedores de otros países, por ejemplo, de Perú, han logrado eso en el pasado y algunos estudios jurídicos radicados en Buenos Aires así como algunas consultoras radicadas por algunos argentinos en EE.UU. estarían detrás de esta inmensa maniobra que beneficiaría a los fondos buitre y a muchos que han comprado papeles de deuda argentina por centavos y perjudicaría seriamente al país, que quedaría con una deuda externa muy superior a la que resultaría si se procede a resolver la parte de la deuda que falta renegociar desde una posición de dureza y mientras las reservas aún no alcanzan cifras mayores.

A no confundirse entonces, a quienes se consideran a sí mismos auténticos y genuinos opositores del kirchnerismo, lo que les conviene es dejar que el Gobierno pueda resolver lo más rápido y lo mejor posible el tema de la deuda con la mayor quita posible, nunca menos del 65%. De otra manera, si alguna parte de la oposición ganara las elecciones en 2011, serán ellos quienes deban negociar este espinoso tema que se les puede transformar en un terrible dolor de cabeza si no logran imponer una quita al menos igual a la lograda en 2005, cuando el Banco Central tenía muchos menos dólares y el país aún estaba cerca del desastre de 2001-2002. Hay que resaltar que por eso es que en 2005 aún resultaba más fácil negociar quitas tan elevadas. Con el paso del tiempo es cada vez más difícil porque las reservas suben y el país va saliendo de lo peor de su crisis.

Vale la pena meditar un minuto acerca de las muy peligrosas consecuencias que tendría para el país aceptar una quita menor al 65% para el remanente de la deuda. Todos quienes aceptaron la renegociación de 2005 podrían accionar judicialmente contra la Argentina y eventualmente ganar esos juicios, lo que significaría un gran aumento en nuestra deuda externa sin ningún tipo de beneficio. Perderíamos todos. Aunque parezca paradójico entonces, hay que concluir que tanto al Gobierno como a la oposición genuina, la que se opone de buena fe, que sin duda debe ser una parte muy mayoritaria de ella, les conviene lo mismo en lo que se refiere a este tema en particular: o sea, que se termine cuanto antes la renegociación, y que la Argentina quede con la menor deuda posible, negociada en los mejores términos posibles. Para ello es imprescindible que la oposición comprenda que está siendo utilizada y manipulada por un reducido núcleo de argentinos que están operando y maniobrando hábilmente contra la Argentina, a favor de especuladores externos que compraron deuda por centavos y de fondos buitre.

Fuente: Ambito Financiero

viernes, 12 de marzo de 2010

Serie: MUJERES EN NUESTRA HISTORIA

Al inicio de esta semana celebramos el Dia Internacional de la Mujer en este sentido queremos rescatar las identidades de las compañeras (a nivel provincial, regional y nacional) que desde sus prácticas concretas (omitidas por la historia) aportaron a un proyecto colectivo de país con justicia social, soberanía política e independencia económica.
Es por ello que iniciamos una serie sobre la militancia de algunas de ellas:

Norma Arrostito

"Yo no me rindo. Yo no colaboro. Mi nombre es Norma Esther Arrostito. Mi nombre de guerra es Gaby. Mi grado es capitán del Ejército Montonero. Esta es la única información que les pienso brindar"

Por Luciana Bertoia (ANRed)

Su nombre empezó a resonar antes del invierno de 1970. Su cara comenzó a ser reconocida para esa época también. Innumerables carteles poblaban la ciudad señalándola a ella, única mujer, y a otros compañeros por el ajusticiamiento del general golpista Pedro Eugenio Aramburu. Así el nombre de Norma Esther Arrostito comenzó a hacerse popular en la vida política argentina. Era, ni más ni menos, la primera mujer que participaba de una acción de la guerrilla urbana.

Desde ese 29 de mayo de 1970, día en que un comando que luego se dio a conocer como Montoneros secuestró al dictador de la Revolución fusiladora- como la nombraría Rodolfo Walsh-, hasta el 15 de enero de 1978 cuando era cobardemente asesinada en la Escuela de Mecánica, Arrostito fue tenazmente perseguida por las fuerzas represivas como una presa más que valiosa.

Militancia

Norma Arrostito nació el 17 de enero de 1940 en Capital Federal. Como en toda familia no escaseaban las paradojas: El padre era anarquista y la madre, una católica devota. Tenía una hermana menor, Nora Nélida. Para sus veinticuatro años Norma se había casado con Rubén Roitvan con quien compartió la militancia en el Partido Comunista (PC), especialmente en la Federación Juvenil Comunista, la "Fede". En 1965, Arrostito dejó el PC e ingresó a Acción Revolucionaria Peronista (ARP), la organización fundada por John William Cooke y Alicia Eguren. A través de diferentes contactos empezó a acercarse a un grupo de jóvenes vinculados a Cristianismo y Revolución, la publicación de Juan García Elorrio. De allí surgirá el comando Camilo Torres que adquirirá notoriedad al irrumpir en 1967 en la Catedral Metropolitana. Aunque Arrostito no sería parte de esa acción. "Ella no participa en el Tedeum, eso le tocó a los cristianuchis del elenco. No participó toda la multitudinaria fuerza del Camilo Torres en ese hecho", bromea Graciela Daleo.

Para esa época ya había quedado atrás su matrimonio con Roitvan. Ya en esos días, Norma era la compañera de Fernando Abal Medina, el primero en la conducción de Montoneros. "Primero, lo conozco a Fernando por este acercamiento a la revista Cristianismo y Revolución. Aparte, porque él estaba vinculado a los pibes con los que yo había estado en la misión en el norte de Santa Fe. Y a Norma la conozco como Paula ya en el comando Camilo Torres, sabiendo que era la novia de Fernando", recuerda Daleo. Paula, primero; Gaby, después serían los nombres con que la actividad militante bautizaría para siempre a Norma Arrostito.

"Gaby no tenía formación religiosa. Tenía formación marxista. Ella decía que era atea. Yo le decía que era atea, gracias a dios. Ella siempre fue muy respetuosa de nuestras posturas creyentes. Nosotros- incluido Fernando- llegamos a posturas políticas a través del evangelio, en última instancia", aporta Antonia Canizo- quien también participaba del Comando Camilo Torres. Y agrega: "Ella no hablaba de Carlos Marx. Ella tenía las herramientas del marxismo para el análisis de la realidad, que es un poco lo que nos enseñó. Más que con la teoría, lo enseñaba con el modo en que ella analizaba los hechos y las circunstancias".

De esas reuniones de formación y actividades de agitación se fue cerrando lo que sería el grupo fundador de Montoneros, la organización que se daría a conocer con el ajusticiamiento del general de la autodenominada Revolución Libertadora. Para ese momento, la organización estaba compuesta por poco más de una docena de militantes y de esa acción participaron diez. Aramburu fue condenado y ejecutado. Sin embargo, a pesar del éxito inicial de la operación- ese hecho sirvió como detonante de una etapa en la que se entremezclaron persecuciones, clandestinidad, asesinatos y - más tarde- desapariciones. Sin lugar a dudas, el golpe más brutal que le tocó padecer a Arrostito fue el asesinato de su compañero, Fernando Abal Medina, y de Carlos Gustavo Ramus el 7 de septiembre de 1970 en una pizzería de William Morris.

"Después del hecho de Aramburu, yo lo veo a Fernando dos veces. Él tenía la llave de mi casa, él ha pasado por allí varias veces. Lo dejo de ver una semana antes de que caiga. Después de la muerte de Carlos y Fernando pierdo todo el contacto y cuando lo retomo, lo hago con la hermana de Norma y, después, con ella", relata Canizo. "Sé que estuvo muy mal los primeros días después de la muerte de Fernando. Porque aparte no se podía mover". No sólo porque era la guerrillera más buscada sino porque era la única mujer que había participado de la acción: "En ese momento, aparece un cartel en el que hay cuatro varones y una mujer. Entonces, era mucho más difícil esconder a la única mujer. Por eso, a ella durante dos meses largos la mantienen en un encierro preventivo".

El asesinato de Ramus y, especialmente, el de Abal Medina golpearon a Arrostito. "Estuvo muy mal porque no solamente era la muerte de Fernando, una cuestión de pareja sino que era un golpe muy fuerte a la organización", explica Canizo. Sin embargo, la certeza de que la lucha que se había emprendido continuaba y más fuerte aún, volvió a ponerla de pie. "Cuando yo la reencuentro, compruebo que sigue con la firmeza de siempre y consustanciada con el proyecto de su militancia, de su lucha". Arrostito seguía a pesar del dolor "cargándose la primavera", como canta Joan Manuel Serrat. "Cayéndose y volviéndose a levantar, la montonera".

Llegó el fin de la autoproclamada Revolución argentina, el luche y vuelve estaba dando sus frutos. "En los años 71, 72 y 73- que era la época en la que estaba muy fresco lo de Aramburu- yo me encontraba en la pizzería Las carabelas de Lomas con ella. Y puedo asegurar que el que la quería reconocer, la podía reconocer porque estaba con su pelito de siempre. Era una persona sencilla y prolija", afirma Canizo. Para esa época, Arrostito ya estaba desempeñándose en la columna sur de Montoneros, tal como apunta: "Ella comienza a trabajar con la gente de zona sur antes de la euforia camporista". Sin embargo la "primavera" fue más efímera que nunca. Al tiempo, las persecuciones se agudizaron y la noche se volvió infranqueable. Los desencuentros con Juan Domingo Perón y el asedio lanzado a la izquierda peronista devolvió a Montoneros a la noche, una noche que se presumía y se comprobó muy larga.

La caída

Corría el año 76. Las caídas de militantes se daban por doquier. Pero el 3 de diciembre los titulares daban un anuncio escalofriante. Los principales diarios argentinos destacaban ese día en sus primeras planas que una de las líderes de la organización revolucionaria Montoneros, Norma Arrostito, había sido "muerta durante un procedimiento" en el partido bonaerense de Lomas de Zamora.

Nada parecía contradecir la información de la que se hacían eco los matutinos. Un parte militar proveía datos precisos: "El Comando de la Zona 1 informa que como resultado de las operaciones de lucha contra la subversión en desarrollo, fuerzas legales llevaron a cabo una operación el día 2 de diciembre, a las 21 horas, en (Manuel) Castro y Larrea, de la localidad de Lomas de Zamora. En esa oportunidad fue abatida la delincuente subversiva Esther Norma Arrostito de Roitvan, alias Norma, alias Gaby, una de las fundadoras y cabecillas de la banda autodenominada Montoneros."

El diario La Razón daba precisiones acerca de los sucesos que habrían tenido lugar en el sur del Gran Buenos Aires. "El escenario del tiroteo fue una pared medianera, que circunda a un taller mecánico, a pocos centímetros de la puerta de acceso al establecimiento. Tan cerca fueron los disparos que varios de ellos pasaron el portón de hierro e hicieron trizas el parabrisa y ventanillas de la camioneta Citröen, estacionada en su interior. Según la misma fuente, desde hora más temprana varias personas que no se identificaron, exhibían en los comercios del barrio fotos de una mujer, preguntando dónde se alojaba. Presumen que era Arrostito".

Sin obviar términos propios de la jerga castrense, el medio gráfico que dirigía Patricio Peralta Ramos agregaba: "La terrorista estaría en alguna casa de las inmediaciones que no fue allanada, porque las fuerzas combinadas sabrían que en el lugar no había reunión de elementos subversivos, sino que se trataría del domicilio de algún familiar de la mujer muerta. Asimismo, indicaron los vecinos, que el foco de la luz de mercurio-único en la cuadra- fue destrozado a balazos poco antes de que se produjera el enfrentamiento".

A casi 32 años, una mujer que vive a media cuadra de los sucesos recuerda aquel día: "Eso fue una noche. Cerraron todas las calles y me acuerdo que mi marido tenía que entrar y no lo dejaban pasar. Hicieron todo ese operativo, pero era todo mentira". La desconfianza que no aparecía en los diarios se esparcía entre los vecinos. Para ellos era claro que algo no cerraba en la versión oficial. "Creo que ni tiraron ningún cuerpo. Porque a la gente que vivía enfrente, los hicieron tirar al suelo para que no miraran por la ventana. Después, llegó una ambulancia; se vieron unas manchas de sangre contra la pared y nada más", narró la mujer a esta cronista.

El 9 de diciembre aparecía en los kioscos de diarios, la revista Gente con una tapa muy elocuente. Una de las fotos de Arrostito publicadas en 1970 tras el ajusticiamiento del general Pedro Eugenio Aramburu llevaba un sello con la leyenda de: MUERTA (2/12/76- 21 horas). La primera plana dejaba en evidencia que el asesinato de los opositores era una mera cuestión burocrática para los militares en el poder. Y, también, que ciertos sectores de la prensa aplaudían esa metodología.

Al igual que Gente, casi ninguno de los diarios argentinos se privó de festejar las "hazañas" logradas en ese mes por las "fuerzas legales". La Razón, se jactaba de los "golpes a la subversión"; La Opinión se enorgullecía: "Algo huele mejor en la Argentina".

Mientras los medios de comunicación resaltaban los logros de las fuerzas represivas, los militantes sufrían la peor de las cacerías. "Por esos días, Norma estaba muy preocupada con las caídas, como todo el mundo. Trataba de cuidarse lo más posible. Era muy prudente, no era un cuadro que no le daba bolilla a las cosas de seguridad", comenta Antonia Canizo cómo Arrostito vivía los tiempos previos a su secuestro. "Era muy loca la situación porque ella se estaba mudando permanentemente, cambiando de casa. Porque cuando caía una casa, había despejar todo y pasar a otro lado y ella era una de las primeras que tenía que dejar todo siempre limpio. En el último tiempo, andaba muy errante".

La noticia de que había sido abatida Norma Arrostito dio los resultados que los militares se habían planteado. "Cuando ella cae yo estaba en un ámbito donde estaba su compañero. Él se entera de la caída de Gaby porque lo escucha por la radio. Y cuando llega al local donde compartíamos el trabajo, ya había llegado otro compañero antes y ya venía desencajado porque se había enterado", recuerda Graciela Daleo. Por su parte, Antonia Canizo cuenta: "Yo tenía una cita con ella al día siguiente de que cayó".

El intento de hacer creer que Arrostito había muerto tenía varias aristas, tal como explica Graciela Daleo. "El primer objetivo era desmoralizar a los compañeros porque era la caída de una compañera conocida, que era una referencia importante de la militancia. Y el otro objetivo era, como ya lo habían hecho en otros casos, hacer aparecer en los medios que determinados compañeros se habían muerto porque la apuesta de los represores era hacer que el resto bajara la guardia. Si un compañero caía vivo y conocía lo tuyo, tenías que levantar la cita y mudarte; si lo que se suponía era que había caído muerto no te mudabas porque ya no le podían arrancar ningún dato por la tortura".

Elisa Tokar explica también el operativo que era casi moneda común para los marinos: "Ellos pensaban que probablemente con el tema de la picana, Norma iba a delatar. Entonces, mejor tenerla por muerta para que los otros, los que pudiesen caer, estén tranquilos porque estaba muerta y no iba a poder cantar nada. Era una maniobra militar. Pero ella los cagó: no delató absolutamente nada. Gaby se empastilló, ellos le sacan la pastilla. Ella tenía otra pastilla en el corpiño, se toma la otra pastilla en enfermería y ellos se la vuelven a sacar. Le dan sin asco, pero no cantó nada". Con el cianuro, Arrostito intentaba obtener una última victoria sobre la barbarie.
La ESMA

Desde que la Marina "chupó" a Arrostito no dejó de jactarse frente a las otras fuerzas de su hazaña. "Había visitas guiadas y parte del tour del horror era mostrar compañeros de relevancia, sobre todo en el caso de Gaby", apunta Graciela Daleo. Arrostito no era una prisionera más: era probablemente la guerrillera más conocida y estigmatizada de la Argentina. Además, era todo un emblema para los militantes que estaban secuestrados en la Escuela de Mecánica, a quien se la mostraban- cual trofeo de guerra- para minar sus resistencias.

"La veo en la segunda noche en que caigo. En realidad, cuando a mí me están torturando el milico me dice que tenían a Norma Arrostito, que en la ESMA estaban todos. Yo le dije que no, que a Norma la habían matado. Aunque ya afuera había bolas de que Gaby estaba viva. Pero eran bolas como tantas otras que había", revive Daleo. "Cuando me preguntaban a quién quería ver yo, yo no quería ver a nadie pero dije que la quería ver a Gaby. Yo estaba segura que Gaby no había colaborado. Entonces, me dicen: 'No, no, no, ahora no puede bajar porque está con ruleros'. Entonces, dije: 'No está Gaby porque no usaría ruleros'". Daleo se reencontraría con quien ella había conocido como Paula. Arrostito se acercaría a la capucha donde estaba Daleo y le daría un beso. En ese encuentro, "Gaby" reforzaría con una frase lo que Daleo no dudaba: "Yo no colaboro".

Elisa Tokar, quien no había conocido personalmente a Arrostito antes de que la Armada la secuestrara, relata que en la sala de torturas vio a quien daba por muerta. "En el interrogatorio, los milicos me preguntan: `¿Qué sabés de Norma Arrostito?'. Y el subprefecto Héctor Antonio Febres- recientemente asesinado para sellar el pacto de impunidad de los represores- o el capitán de corbeta Francis William Whamond ordena: `Que traigan a Gaby'. Me la hacen ver, con grilletes, con esposas y con la capucha. Gaby estaba harta de que la expongan de esa manera: la lleven, la bajen, la traigan. Por eso cuando le sacan la capucha, les contesta muy mal a ellos".

En el libro Recuerdo de la muerte, el escritor Miguel Bonasso narra el instante en que el militante montonero "chupado" en la Escuela de Mecánica Jaime Dri ve con vida a Arrostito. " El `Pelado' nunca la había conocido personalmente, pero notó inmediatamente un contraste en esa figura espectral que todos observaban. Un contraste que provocaba un malestar soterrado. Si el examen empezaba por la cabeza, se notaba que iba bien peinada y arreglada, que su vestido gris estaba limpio y planchado, como el de los detenidos libres. Si la mirada bajaba hasta los pies descubría la causa del lento caminar: como los galeotes de Capucha, tenía los tobillos aherrojados por grilletes".

Graciela Daleo confirma: "Ella estaba con grilletes. Los guardias la llevaban y la traían del baño. Tenía autorización de que algunas horas por la tarde podía estar en la pecera, donde teóricamente no tenía que hablar con el resto de los prisioneros". Era clara la intención de mantenerla alejada, así como la tenían recluida en su camarote en uno de los extremos de la capucha, en el tercer piso del campo de concentración. "Ella si bien mantuvo contacto con el resto de los compañeros, los represores buscaron tenerla en un grado de aislamiento mayor que el que tuvieron otros prisioneros que efectivamente habían sido seleccionados para el proceso de recuperación".

Elisa Tokar también recuerda que no había un trato cotidiano con Norma, no la veía con frecuencia. "En las esperas de los baños y ella me preguntaba cómo estaba yo. Me acuerdo que una vez yo salía de la pieza de las embarazadas, tratando de que no me viera nadie y justo me tropiezo con ella, que salía del baño con la capucha medio levantada y me preguntó cómo estaban las compañeras." También, Tokar relata cuando los represores le plantearon realizar trabajos como mano de obra esclava, tareas que no implicaban ningún tipo de colaboración con los genocidas sino que iban dando algunas pocas garantías de supervivencia. "A mi me preguntaron y en eso Gaby, que circulaba por ahí, escuchó y me dijo: `Vos sos una perejila, decí que escribís a máquina' ". Escuchar esas palabras en el cautiverio, era - sin duda- corroborar que la resistencia seguía dentro de la ESMA. "Para mí Gaby era todo un símbolo. No era una compañera de militancia, era un símbolo de mi militancia".

La presa que buscaba el Ejército y halló la Marina

Arrostito no sólo era exhibida como una valiosa pieza de caza frente a las otras fuerzas represivas sino que también ejercía una fascinación en la oficialidad de la Escuela de Mecánica. "El director de la ESMA, Rubén Jacinto Chamorro, la iba a visitar seguido. Son esas cosas que sucedían ahí. Primero, porque Gaby era una rehén importante. Creo que había una admiración de parte de él: no era una mujer común. No tenía cara tampoco porque la verdad es que él sabía perfectamente que iba a terminar muerta. Si alguno de los de ahí iba a sobrevivir, Gaby no iba a ser. El ejército la pedía. Era un personaje emblemático. Era la fundadora de la organización enemiga para ellos. El Ejército la pedía y ellos la presentaban como un baluarte", resume Elisa Tokar. "Tampoco es casual- agrega Daleo- que Chamorro con quien buscara establecer ese diálogo fuera con una jefa montonera".

Pero Arrostito también provocaba admiración en algunos de los alumnos de la ESMA que oficiaban de guardianes de los detenidos-desaparecidos, los "verdes". Elisa Tokar recuerda que había uno de los verdes que mantenía largas charlas con Gaby. "Era un verde muy jovencito, muy enamoradizo. Él me contaba que le proponía escaparse. Totalmente loco. No hubiesen podido. Él hubiese muerto en el intento, si la ayudaba".

Asesinato

Había pasado más de un año desde que los diarios anunciaron que Norma Arrostito había sido "abatida" en Lomas de Zamora. Fueron largos meses desde que una patota de la Armada la secuestrara en una cita en la Capital Federal. El cautiverio tenía que llegar a su fin. "Creo que la decisión de ejecutar a Gaby estuvo desde el momento en que la secuestran. En el caso de ella, la decisión era que no iba a sobrevivir", afirma Daleo.

Tokar recuerda que cuando se llevaron a Arrostito de la ESMA fue terrible para los detenidos porque sabían que no iba a volver. "Estaba con problemas circulatorios graves. Creo que los milicos aprovecharon la situación para darle la inyección. Pero que la inyección se la dieron, se la dieron", revive el 15 de enero de 1978.
Susana Ramus fue una testigo privilegiada de los hechos. Ella había podido hablar dos o tres veces con "Gaby", cuando las guardias más permisivas la dejaban acercarse al "camarote". Como siempre, para los genocidas era necesario que existieran testigos para que el horror se expandiera. Ramus estaba en el salón dorado actualizando unas fichas cuando entró Jorge "Tigre" Acosta, alborotado: "Qué le pasa a Arrostito que está mal. Se muere. ¿Por qué no la acompañás, Jorgelina?", gritaba.

Ramus relata los últimos momentos de Gaby: "La traen, como agonizando, y a mí me ponen en la parte de atrás de una camioneta junto con ella. Estaba consciente pero más o menos. Me agarraba la mano, como que sabía todo lo que estaba pasando". Pero Arrostito no aportó certezas sobre su estado ni sobre el plan criminal: "No me dijo: `Me mataron', ni nada".

Cuando llegaron al Hospital Naval, bajaron a Arrostito y le golpearon el corazón, como si intentaran resucitarla. Era todo parte de una misma farsa. Ramus ya no pudo observar más porque la llevaron nuevamente a la ESMA. Pero la actuación del "Tigre" siguió. "Al rato me llama y me dice: 'Vos sabés que Arrostito no quería colaborar. Hubo que hacer esto' ".

Por su parte, Graciela Daleo también fue testigo de la actuación infame del "Tigre" Acosta. "Yo recuerdo que estábamos en la pecera absolutamente anonadados porque ya sabíamos lo que había pasado y entra el "Tigre" y se manda para la oficina del fondo preguntando qué había pasado con Gaby".

En los gritos de Acosta se escondía la intención de mostrar la muerte de Arrostito como producto de causas naturales. Sin embargo, para los sobrevivientes no caben dudas de que la sentencia de muerte de Norma Arrostito ya estaba firmada desde el día en que ingresó en el campo de concentración de la Armada. "Pero toda esta parodia de estos hijos de puta era eso, era parodia. En la ESMA, la decisión de traslado o la ejecución de un compañero no la tomaba un oficialito así nomás. Esa era una decisión que se tomaba con el director de la ESMA, Chamorro, del jefe del grupo de tareas y los oficiales de mayor rango. Fue una decisión institucional del grupo de tareas. Aunque lo más probable sea que Emilio Eduardo Massera haya participado de la decisión también", confirma Daleo.

El asesinato y la desaparición de Norma Arrostito fue uno más de los aberrantes crímenes que se cometieron dentro de las paredes de la ESMA. "Era una persona que para los represores era casi una pieza de caza, un trofeo importante porque había sido la fundadora de Montoneros por su participación en el secuestro y ejecución de Aramburu, una tipa que era una militante, una revolucionaria", tal como la define Daleo. "El represor decide muchas cosas sobre las personas de los compañeros, no todas, por suerte. Porque el espacio de libertad que Gaby conservó para decidir su conducta, eso permaneció". A 30 años de su asesinato, aún parece resonar como mandato, como legado, como imperativo: "Yo no colaboro ni me rindo". Frente a esa afirmación se hace presente la frase del escritor desaparecido Haroldo Conti: "O estamos con ellos, es decir, otra vez en la lucha, que es el mejor homenaje que les podemos rendir en esta fecha, o estamos con los traidores. Ya no hay vuelta que darle". (Fuente: lafogata.org )

jueves, 11 de marzo de 2010

37º Aniversario de un Triunfo del Pueblo



CÁMPORA AL GOBIERNO, PERÓN AL PODER

En 1964, siendo presidente Arturo Illia, el general Perón intentó regresar a la Argentina, de la que se había alejado en 1955 a raíz del golpe de la “revolución fusiladora”. Manifestó públicamente que quería volver “en paz”.

La CGT preparó el terreno lanzando un plan de lucha con ocupación de fábricas. El primer operativo se realizó a mediados de mayo con la ocupación repentina de 500 fábricas por los trabajadores. Las movilizaciones fueron aumentando y el 23 de junio se produjo un operativo donde intervinieron 1.150.000 obreros, quienes tomaron 4.200 establecimientos. En esos dias, en el local de los trabajadores de la carne, en el barrio de Mataderos, se proyectó una película en la cual el general decía: “he de regresar este año, de manera que les pido que vayan preparando las mejores condiciones. Si no, igual volveré al país.”
El 2 de diciembre voló desde Madrid hacia Sudamérica.

El avión hizo escala en Río de Janeiro y ahí las autoridades brasileñas ordenaron el descenso de los pasajeros e impidieron la continuación del vuelo. Brasil divulgó el siguiente comunicado: “Atendiendo a la solicitud del gobierno argentino y dentro del más elevado espíritu de colaboración existente entre ambos países, el gobierno brasileño estuvo de acuerdo en interrumpir en Río de Janeiro el viaje que el señor Juan Perón realizaba en avión de Iberia. El señor Perón regresó a Madrid el mismo día de su arribo y en el mismo avión que lo condujera a este país.”

Unos días después el diario francés “Le Monde” comentó: “El contratiempo de los peronistas demuestra que el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica ha tomado una clara posición contra todo intento de retorno al poder del ex presidente argentino. La unanimidad casi total manifestada por los países de América del Sur, incluída Paraguay para oponerse, o paralizar la “operación retorno” se explica en gran parte por las presiones ejercidas entre bastidores desde hace dos semanas por el gobierno de Washington.”
Perón dijo entonces: “La respuesta de nuestros enemigos al ofrecimiento de paz y al intento mio de entrar al país para lograrla es la guerra. La responsabilidad de lo que ha de ocurrir en el futuro recaerá sobre ellos, como así también las consecuencias”.

La RESISTENCIA PERONISTA se acentuó, así como la represión brutal por parte del gobierno a las protestas obreras. Comenzaron a actuar lo que Perón llamó “formaciones especiales”: Montoneros, FAP, FAR…
En 1972 el presidente de facto Alejandro Lanusse provocó a Perón manifestando que “no le daba el cuero para volver a la Argentina”. Las medidas impopulares y la política de entrega al extranjero de nuestro patrimonio nacional que llevaban a cabo los militares provocaron una situación que para ellos era insostenible. El descontento popular encontró su mejor expresión política a través del Peronismo.

El 17 de noviembre de 1972, en medio de un impresionante operativo a cargo de miles de efectivos de las fuerzas armadas y de seguridad en alerta rojo, con miles de peronistas marchando bajo la lluvia (pese a la represión) hacia el Aeropuerto de Ezeiza, Perón llegó a la Argentina poniendo fin a 17 años de exilio.

Se quedó en nuestra Patria cuatro semanas. El 14 de diciembre, al atardecer, dejó el país rumbo a Paraguay.
Durante el mes que nuestro general vivió con nosotros, la casa de gobierno de la Argentina no fue la habitual Casa Rosada de Balcarce 50, sino el domicilio de Perón en Gaspar Campos 1065, Vicente López, donde las reuniones políticas del más alto nivel (con participación de los principales dirigentes políticos, de organizaciones sociales y empresariales y cadenas periodísticas de Japón, Europa y América) se realizaban durante casi la totalidad del día. Se buscaba encauzar el futuro del país, que los militares ya no podían garantizar de ningún modo. Miles de peronistas llegados de todo el país se turnaban en la “custodia” callejera de la casa de Perón durante las 24 horas.

Allí se gestó el Frente Justicialista de Liberación (FREJULI) que competiría en las elecciones nacionales anunciadas para el 11 de marzo de 1973.
La fórmula designada fue: Héctor J. Cámpora, para presidente y Vicente Solano Lima, para vice.
Enseguida surgió el lema de campaña: “Cámpora al Gobierno, Perón al Poder”.

A partir de ahí todo fue movilización, en esos tiempos de la “juventud maravillosa”. Todos reclamábamos ser de “la jotapé” o sea la Juventud Peronista, que era el nervio motor de la aplanadora política que se preparaba para el gran triunfo electoral del 11 de marzo. Todos decidimos que el compañero Cámpora era “el hermano” de nuestro líder y, como tal, nuestro tío. “El Tío presidente, libertad a los combatientes”, “Perón, Evita y el Tío Camporita” eran algunas de las frases publicitarias de campaña escritas en las paredes del país y repetidas a grito pelado en todos nuestros actos públicos.
Miles y miles de jóvenes, junto a “los viejos” de la Resistencia nos unimos provocando esta especie de nuevo 17 de octubre del 45.

Los números del 11 de marzo fueron: FREJULI (Cámpora-Solano Lima): 5.907.464 votos (49,59%) UCR (Balbín-Gamond): 2.537.605 votos (21,30%).
La UCR no reclamó ir a segunda vuelta.

¡Había que ver esos días las caras de Lanusse y los integrantes de su camarilla!
Algunos cánticos callejeros se ocuparon de ellos: “Se está poniendo de moda / tirar gorilas al mar. / Lanusse que es precavido / está aprendiendo a nadar”. “Lanusse, Lanusse / mirá qué papelón. / Habrá segunda vuelta… / la vuelta de Perón”.

El Peronismo 26 de Julio , se siente heredero de aquella Juventud Peronista de los años 70 y que por lo tanto nuestras banderas están más vigentes que nunca:
Soberanía Política, Independencia Económica y Justicia Social.
Caiga quien caiga, cueste lo que cueste

Extraído de:
http://www.26dejulio.org.ar/memoriapopular/archivos/11demarzo08.htm

miércoles, 10 de marzo de 2010

Día de la Mujer en Jujuy

Las compañeras de las 30 hectareas en el barrio Alto Comedero, en Jujuy
se reunieron para un brindis de homenaje a la mujer

Se hizo un pequeño refrigerio, donde además de compartir un momento
de recreación y charlas amenas, se discutió sobre algunos materiales
de la organización
Culminaron la jornada, con cánticos y brindando por la compañera
Eva Perón como referente de las mujeres de la 26

martes, 9 de marzo de 2010

Encuentro Nacional de la JP -Peronismo 26 de Julio

Los compañeros de JP de la regional NOA, de Jujuy, La Rioja y Tucumán participaron del
VI Encuentro Nacional de Juventud del Peronismo 26 de Julio



El mencionado encuentro se llevo a cabo del 22 al 26 de Febrero en Embalse de Rio Tercero, Córdoba, y participaron en total 36 compañeros de las distintas provincias.



Durante la primera jornada se realizó la recepción de los contingentes, como así también actividades de ornamentación en los lugares de trabajo y el acto de apertura del encuentro.





lunes, 8 de marzo de 2010

8 de Marzo: Día Internacional de la Mujer

¿Qué se conmemora el 8 de marzo?

Se conmemora el “Día internacional de la Mujer” y fue propuesto por primera vez por Clara Zetkin, una representante de la Conferencia de Mujeres Socialistas, celebrada en Copenhague en 1910. La propuesta llegó al comienzo de un periodo de gran transformación social y política en el mundo. Europa estaba al borde de la I Guerra Mundial, los imperios coloniales de Asia y África estaban sufriendo las primeras conmociones de la revuelta nacionalista, y en Norteamérica, el movimiento por el sufragio femenino estaba cuestionando algunas de las presunciones de las relaciones humanas. La llamada de Clara Zetkin a las mujeres para unir su lucha por la igualdad de derechos con la lucha por preservar la paz mundial topó con un coro sensible.

Cuando se conmemoró el primer Día Internacional de la Mujer en 1911, más de un millón de mujeres participó públicamente en él. Además del derecho a voto y a ocupar cargos públicos, demandaban el derecho a trabajar, a la enseñanza vocacional y el fin de la discriminación en el trabajo.


¿Por qué el 8 de marzo?

En la historiografía española la conmemoración del 8 de marzo se vincula, al incendio ocurrido el citado día del año 1908 en una fábrica textil de Nueva York, provocado por el propio empresario ante las obreras declaradas en huelga y encerradas en el inmueble. En la historiografía estadounidense se vincula, a una manifestación de trabajadoras del sector textil en la ciudad de Nueva York que reivindicaban mejoras laborales.

En los primeros años, el Día Internacional de la Mujer se festejaba en fechas diferentes según los países. Pero en 1914, a propuesta de las alemanas, el Día Internacional de la Mujer se conmemoró por primera vez el 8 de marzo en Alemania, Suecia y Rusia. En 1975, las Naciones Unidas, proclamaron esa fecha como el "Día Internacional de la Mujer".

Sea cual fuere el hecho que provocó la conmemoración del 8 de marzo, lo que si es importante es que en ambas visiones historiográficas se rescata la lucha gremial y política de la mujer.


El peronismo y la mujer

El peronismo, en especial los primeros gobiernos de Perón, fue uno de los pocos movimientos políticos en el mundo que reconoció un liderazgo concreto y firme de una mujer. Con Evita, nuestro país se convirtió en vanguardia en cuanto al reconocimiento de los derechos de la mujer. La consecución del voto femenino, el divorcio, el reconocimiento de los hijos extramatrimoniales y otros derechos más, fueron reconocidos a partir del liderazgo de Evita. La modificación de la Secretaría de Trabajo, con la incorporación de un área destinada a la atención de las mujeres, es un claro ejemplo de la dimensión de los derechos reconocidos. Por primera vez en nuestra historia un gobierno reconocía, en su justa dimensión, a las mujeres como sujeto social destinatario de derechos.

Asimismo también hay que rescatar que, el día 26 de julio de 1949, se celebró la primera Asamblea Nacional del Movimiento Peronista Femenino en donde Eva Duarte de Perón proclamó la creación del Movimiento Peronista Femenino que se presentaría en las Unidades Básicas, donde no sólo se impartiría capacitación política sino también clases de alfabetización, de corte y confección, danzas regionales, arte culinario, asistencia médica, jurídica y enfermería. Allí nació el Partido Peronista Femenino (PPF), cuyo principio fundamental era la unidad en torno a la doctrina y la persona de Perón.

En su discurso inaugural Evita señaló que las mujeres formaban parte de los sectores que habían estado hasta ese momento excluidos, "sufriendo las mismas negaciones e injusticias que caían sobre ese pueblo y sumado a ellas, la suprema injusticia de no tener derecho a elegir ni ser elegidas como si ella que era la garantía del hogar y de la vida y de la educación de sus hijos desde la cuna hasta la madurez, resultara un peso muerto para el perfeccionamiento político de la colectividad".

Perón le habla a la Mujer

“La mujer esta en las mismas condiciones del hombre y no debe ser reducida a menesteres inferiores, pues ella puede competir con él en la tecnología, en el trabajo científico, en la investigación y en toda clase de estudios. (…) En toda inmensa tarea de reconstruir lo que han venido destruyendo durante tantos años, la mujer, con su sensibilidad y capacidad, tiene una tarea extraordinaria para realizar. La responsabilidad de las mujeres argentinas es tan grande en este momento como la de los hombres, o mayor, porque en la descomposición moral que ha producido, la mano y la palabra de la mujer tienen una influencia decisiva, mucho más decisiva que la palabra del propio hombre que dirige la casa.” Discurso ante el Congreso de Mujeres 27 de Agosto de 1973


Mujeres que hicieron historia

Toda selección es injusta, y si bien no nos olvidamos que es el pueblo, anónimo, el que construye la historia, quisimos recordar a algunas mujeres que comprometieron sus vidas en cambiar la realidad:
Durante las invasiones inglesas tanto hombres como mujeres, participaron de la lucha con idéntico valor y hubo mujeres como Martina Céspedes y Manuela Pedraza que alcanzaron por su bravura los grados de sargento mayor y alférez, respectivamente.
Encarnación Ezcurra (1795-1838), esposa de Juan Manuel de Rosas, fue una de las primeras mujeres que supo imponerse en el discurso político, que hasta entonces había sido exclusivamente masculino.
Y es imposible olvidar a Juana Azurduy (1780- 1862) nació en Chuquisaca, Alto Perú (Bolivia), huérfana, de sangre mestiza, luchó con gran coraje en la guerra de la independencia. Al morir su esposo asumió el mando de la guerrilla con el grado de Coronela.
Las crónicas de la época cuentan que cuando Belgrano la vió pelear le entregó su espada en reconocimiento a su bravura y lealtad a la causa. El gobierno de Buenos Aires, al mando de Pueyrredón le concedió en 1816 el grado de Teniente Coronel del ejército argentino en virtud de su "varonil esfuerzo".
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UB Malvinas Argentinas (Tucumán). Día Internacional de la Mujer

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